Título: Álvaro Carrillo, huella de un Andariego
Autor: Sergio Gutiérrez
Fuente: Excelsior
Lugar y fecha: México, 3 abril 2016
Link: https://www.excelsior.com.mx/funcion/2016/04/03/1084250
Con más de 300 canciones, que fueron interpretadas por grandes artistas, el legado del autor oaxaqueño sigue vigente
SERGIO GUTIÉRREZ | Excelsior | México, 03-04-2016
SERGIO GUTIÉRREZ | Excelsior | México, 03-04-2016
Álvaro Carrillo compuso sus últimas canciones en un rincón de su casa. Encendía su grabadora de cinta, agitaba las cuerdas de su guitarra, tarareaba sus letras y, poco a poco, las juntaba con las melodías. Ésa es la imagen que el cantante Mario Carrillo recuerda de su famoso padre.
Siempre traía historias en la mente y las anotaba en la palma de su mano, al final de sus cuadernos o en esos retazos de papel que nunca faltan. Su musa principal fue la mujer, el artista narró su historia en más de 300 canciones.
"Luz de Luna" surgió en una celda de la Escuela Nacional de Agricultura, donde el estudiante Álvaro Carrillo fue recluido por desacatar una petición del director. Sentado, con una profunda nostalgia, vio el fulgor de la Luna desde la ventana y de inmediato reparó en una muchacha que le había cautivado y que, por su arresto, no volvería a tratar, por ello, no dudó en musitarle: “Si ya no vuelves nunca, provincianita mía, a mi celda querida, que está triste y está fría, que al menos tu recuerdo ponga luz sobre mi bruma”.
En sus andanzas de bohemio se enamoró de una meretriz de la Casa de la Bandida, vivieron juntos y procrearon un bebé, pero el destino le arrebató la vida a éste porque su padre no llegó a tiempo con los medicamentos que lo librarían de una enfermedad. “Perdona mi tardanza te lo ruego”, le dijo con el vals El Andariego, “perdona al andariego que hoy te ofrece el corazón.
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| Álvaro Carrillo junto a su esposa Ana María Incháustegui |
Conocido por temas como Sabor a mí, Se te olvida –que fue el primer tema musical de una telenovela en México–, Como se lleva un lunar, Sabrá Dios, Diariamente o Seguiré mi viaje, también realizó chilenas, huapangos, sones e hizo suyos distintos ritmos del cono sudamericano. Planeaba presentar una pieza sinfónica de nombre Noche en París.
La tarde del 3 de abril de 1969, el niño Mario Carrillo miró a su padre agonizar. Unas horas antes lo había acompañado –junto con su mamá, Ana María Incháustegui, y su hermano Álvaro– a la toma de posesión de Caritino Maldonado como gobernador de Guerrero. Al volver de Chilpancingo a la Ciudad de México, una camioneta tipo guayín se estrelló contra el auto en el que viajaban, un Falcon rojo de la marca Ford, en el kilómetro 11 de la autopista México-Cuernavaca. Él y su hermano, de 5 y 7 años de edad, respectivamente, sobrevivieron. A casi medio siglo de ese suceso, Carrillo no olvida cómo su padre se despidió con balbuceos de la vida, para dar origen a una leyenda.
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| Álvaro Carrillo junto al empresario discográfico Armando Llano |
UN HUMILDE CANCIONERO
Nació el 2 de diciembre de 1919 en San Juan Cacahuatepec, Oaxaca. A los ocho de edad se quedó huérfano de madre y padre, por lo que la segunda esposa de su progenitor, Teodora Alarcón, se hizo cargo de su sustento.
En los años 30 inició sus estudios en el Instituto Agrícola de Amuzgos, sin embargo, un virulento conflicto agrario propició que los continuara en la escuela normal rural de Ayotzinapa, en Guerrero.
Décadas después, a principios de 1969, el guerrillero Lucio Cabañas, formado, también, en ese centro, le pidió al ya reconocido compositor que asistiera a su escondite clandestino para cantarle. Su deseo se cumplió, convivieron durante una semana y como recuerdo el líder del Partido de los Pobres le obsequió un rifle y un machete con su autógrafo.
En 1940 comenzó la carrera de ingeniero agrónomo en la Escuela Nacional de Agricultura (Universidad Autónoma de Chapingo), la cual, pese a su régimen militarizado, marcó su despegue creativo, al surgir su primer tema: Celia.
Sus compañeros admiraban su dedicación al estudio y su don musical. Por ello, jamás dudaban en pedirle algún verso melódico para enamorar a la chica que les quitaba el sueño.
En Chapingo estudiaba de lunes a viernes y el fin de semana se convertía en trovador. Con su guitarra bajo el brazo y sin dinero en los bolsillos recorrió la Ciudad de México en busca de alguna oportunidad. Iba a restaurantes, teatros y centros nocturnos, como El barco de plata y La Casa de la Bandida, cuya dueña, Graciela Olmos, le daba de comer y lo instaba a explotar su talento. Ya titulado, repartió sus días entre su trabajo en la Comisión del Maíz y su andar de cancionero.
Una de esas noches de farra conoció al cantante Pepe Jara, conocido como El trovador solitario, quien a la postre, se convirtió en el mayor divulgador de su obra y en su intérprete más notable, pues, con su potente voz, popularizó, entre otras, El andariego y Se te olvida.
Fueron cómplices de muchas bohemias. Se hicieron amigos y, después, compadres. Llegaron a ser una pareja musical que, según la especialista Yolanda Moreno Rivas, “contribuyó a una nueva concepción del bolero”.
Para El trovador solitario, Carrillo era su “amor macho más grande” y en una entrevista con la revista Proceso en 1997 lo tildó de “tierno, llorón, romántico irredento”, pero con “un genio de los mil demonios por ser negro costeño (…) Cuando estaba cantando era el hombre más tierno que te puedas imaginar. Era feo como una cruda sin dinero, pero había que asomarse a su interior para comprenderlo, era bellísimo”.
Su canción Amor mío fue su pase de abordaje al éxito, pues con la grabación del trío Los Duendes en 1956 y un año después con la del chileno Lucho Gatica, decenas de intérpretes en México y el mundo incluyeron sus boleros dentro de su repertorio.
A finales de los años 50, una época marcada por la música de tríos, el humilde cancionero se oía con mayor frecuencia en la radio y en la aún naciente televisión. Cada vez fue más evidente relacionar a Olga Guillot, María Victoria, Linda Arce, Javier Solís, Pedro Vargas, Marco Antonio Muñiz, José José, Los Panchos, Los Tres Ases y Los Tres Reyes con la inspiración carrillista.
En 1960 su música ya le había dado la vuelta al mundo. En América Latina, Sabor a mí era la canción más popular. Yoshiro Hiroshi la hacía famosa en Japón. Frank Sinatra, Percy Faith y Carmen Cavallaro grababan en inglés Se te olvida bajo el nombre Yellow Days.
Y en México, la gente, el ciudadano de a pie, empezaba a relacionar los pasajes de su vida con las canciones del oaxaqueño, hasta que provocó su inmersión en la cultura popular.
PASARÁN MÁS DE MIL AÑOS…
El artista procreó con el amor de su vida, Ana María Incháustegui, cuatro hijos: Ena Marisa, Gina, Álvaro y Mario.
Es este último el que recuerda a un “padre apapachador”, a pesar de su imagen de “hombre grande, tosco y costeño”. “Nunca nos apartó de su lado, al contrario, nos sentaba en sus piernas para que lo viéramos trabajar, ese lado humano me gustaba mucho de él”. Cuando estaba en la Ciudad de México, añade, “nos llevaba a los juegos de beisbol, porque era aficionado de los Diablos, y al circo”.
Para el bolerista e investigador Rodrigo de la Cadena, Carrillo será “recordado por la maestría de su poética y su riqueza melódica; no era un músico de academia, pero tenía la facilidad de dotar a sus canciones de un mensaje sensitivo muy alto; su calidad humana es destacable, era sencillo y humilde, y esas cualidades lo hicieron aún más grande”.
“Quisiera que el gobierno de Oaxaca creara un gran festival en su honor, que lo reivindique como su hijo predilecto, en el que se promueva a nuevos compositores que sigan su estilo. Se debe seguir cantando su música por medio de nuevos intérpretes y que éstos, incluso, hagan reggaetones o experimenten con otros géneros para difundirla”, dice el dueño de La Cueva del Bolero.
La familia del autor de Un poco más revela a Excélsior que tiene la mira puesta en 2019, cuando se cumplirán cien años de su nacimiento y 50 de su muerte, y anhela que su pueblo natal sea llamado San Juan Cacahuatepec de Álvaro Carrillo y que las empresas disqueras se interesen por acrecentar su presencia en el mercado, ya que, actualmente, sólo circula el disco Álvaro Carrillo canta a Álvaro Carrillo y otras ediciones.
Si atendemos la filosofía del vals Dios nunca muere, de Macedonio Alcalá, ese que saca lágrimas, el cantor de la Costa Chica sigue presente entre la legión de bohemios, porque “todo aquel que llega a morir, empieza a vivir una eternidad”.
Canciones populares
- Adiós a Chapingo
- Amor mío (a su segunda hija)
- Arrullo (a su primera hija, fallecida)
- Barrio pobre
- Cacahuatepec
- Cada muchos años
- Cáncer
- Cancionero
- Como se lleva un lunar
- Como un lunar
- Condénala
- Criatura
- De qué sirvió quererte
- Diariamente
- Dos horas
- El andariego
- Eso
- Eso merece un trago
- Grito
- La amuzgueñita
- La hierbabuena
- Se te olvida
- La señal
- Luz de luna
- Mi duda
- Mujer oaxaqueña
- No te vayas no
- Orgullo
- Pinotepa Nacional
- Puedo fallar
- Sabor a mí
- Sabrá Dios
- Seguiré mi viaje
- Un minuto de amor
- Un poco más
- Un segundo después
- Ya no estás
- Ya vivimos
- Yo después
 ENGLISH: Álvaro Carrillo, footprint of a Wanderer With more than 300 songs, which were performed by great artists, the legacy of the Oaxacan author is still valid Álvaro Carrillo composed his last songs in a corner of his house. He would turn on his tape recorder, shake the strings of his guitar, hum his lyrics and, little by little, put them together with the melodies. That is the image that the singer Mario Carrillo remembers of his famous father. He always had stories in his mind and wrote them down on the palm of his hand, at the end of his notebooks or on those pieces of paper that are never missing. His main muse was the woman, the artist narrated his story in more than 300 songs. Luz de Luna emerged from a cell at the National School of Agriculture, where student Álvaro Carrillo was detained for disobeying a request from the director. Sitting, with a deep nostalgia, he saw the glare of the Moon from the window and immediately noticed a girl who had captivated him and who, due to his arrest, would not try again, for that reason, he did not hesitate to whisper to her: you never return, my little provincial, to my beloved cell, which is sad and cold, may your memory at least shine a light on my mist ”. In his bohemian adventures he fell in love with a whore from the House of Bandit, they lived together and had a baby, but fate took his life because his father did not arrive in time with the medicines that would free him from an illness. "Forgive me for being late, I beg you," he told her with the waltz El Andariego, "forgive the walker that his heart offers you today. Known for songs such as Sabor a mi, Se te Olga -which was the first musical theme of a telenovela in Mexico-, Como se carries a mole, Sabrá Dios, Daily or I will continue my journey, he also performed chilenas, huapangos, sones and made his own different rhythms of the South American cone. He planned to present a symphonic piece called Night in Paris. On the afternoon of April 3, 1969, the boy Mario Carrillo watched his father dying. A few hours earlier, he had accompanied him - along with his mother, Ana María Inchcastletegui, and his brother Álvaro, his - to the inauguration of Caritino Maldonado as governor of Guerrero. Upon returning from Chilpancingo to Mexico City, a guayín-type truck crashed into the car in which they were traveling, a red Ford Falcon, at kilometer 11 of the Mexico-Cuernavaca highway. He and his brother, ages 5 and 7, respectively, survived. Almost half a century after that event, Carrillo does not forget how his father said goodbye with stammering of life, to give rise to a legend. A HUMBLE SONGBOOK He was born on December 2, 1919 in San Juan Cacahuatepec, Oaxaca. At eight years of age, he was left orphaned by his mother and father, so the second wife of his father, Teodora Alarcón, took over his support. In the 1930s he began his studies at the Agricultural Institute of Amuzgos, however, a virulent agrarian conflict led him to continue them in the rural normal school of Ayotzinapa, in Guerrero. Decades later, at the beginning of 1969, the guerrilla Lucio Cabañas, also trained in that center, asked the now renowned composer to attend his clandestine hiding place to sing to him. His wish was fulfilled, they lived together for a week and as a souvenir the leader of the Party of the Poor gave him a rifle and a machete with his autograph. In 1940 he began his career as an agronomist at the National School of Agriculture (Universidad Autónoma de Chapingo), which, despite his militarized regime, marked his creative takeoff, when his first theme emerged: Celia. His classmates admired his dedication to study and his musical gift. For this reason, they never hesitated to ask her for a melodic verse to make the girl who was stopping them from sleeping in love. In Chapingo he studied from Monday to Friday and on the weekend he became a troubadour. With his guitar under his arm and with no money in his pockets, he toured Mexico City in search of an opportunity. He went to restaurants, theaters and nightclubs, such as El barco de plata and La Casa de la Bandida, whose owner, Graciela Olmos, fed him and urged him to exploit his talent. Already graduated, he divided his days between his work in the Corn Commission and his career as a songbook. One of those nights of partying he met the singer Pepe Jara, known as The lonely troubadour, who in the end, became the greatest popularizer of his work and his most notable interpreter, because, with his powerful voice, he popularized, among others , The walker and You forget.
They were accomplices of many bohemian women. They became friends and, later, compadres. They became a musical couple that, according to specialist Yolanda Moreno Rivas, "contributed to a new conception of the bolero." For The Lonely Troubadour, Carrillo was his “greatest male love” and in an interview with Proceso magazine in 1997 he called him “tender, crying, unrepentant romantic”, but with “a hell of a genius for being a black coastal man ( …) When he was singing he was the cutest man you can imagine. He was ugly like a hangover with no money, but you had to look inside him to understand him, he was beautiful ”. His song Amor Mine was his boarding pass to success, because with the recording of the trio Los Duendes in 1956 and a year later with that of the Chilean Lucho Gatica, dozens of interpreters in Mexico and the world included their boleros within their repertoire. At the end of the 1950s, a time marked by trio music, the humble songbook was heard more frequently on the radio and on the still nascent television. It was increasingly evident to relate Olga Guillot, María Victoria, Linda Arce, Javier Solís, Pedro Vargas, Marco Antonio Muñiz, José José, Los Panchos, Los Tres Ases and Los Tres Reyes with the carillista inspiration. By 1960 his music had already traveled around the world. In Latin America, Sabor a me was the most popular song. Yoshiro Hiroshi made her famous in Japan. Frank Sinatra, Percy Faith and Carmen Cavallaro recorded in English You forget under the name Yellow Days. And in Mexico, the people, the ordinary citizen, began to relate the passages of his life with the songs of the Oaxacan, until it caused his immersion in popular culture. MORE THAN A THOUSAND YEARS WILL PASS ... The artist procreated with the love of his life, Ana María Inchissategui, four children: Ena Marisa, Gina, Álvaro and Mario. It is the latter who is reminiscent of a "nurturing father", despite his image as a "big, rough, coastal man." "He never took us away from his side, on the contrary, he sat us on his lap so that we could see him work, I liked that human side of him very much." When he was in Mexico City, he adds, "he took us to baseball games, because he was a fan of the Devils, and the circus." For the bolerist and researcher Rodrigo de la Cadena, Carrillo will be “remembered for the mastery of his poetics and his melodic richness; He was not an academy musician, but he had the facility to endow his songs with a very high sensitive message; his human quality is remarkable, he was simple and humble, and those qualities made him even greater ”. “I would like the government of Oaxaca to create a great festival in his honor, to claim him as his favorite son, in which new composers who follow his style are promoted. We must continue to sing his music through new interpreters and that they even make reggaetones or experiment with other genres to spread it, ”says the owner of La Cueva del Bolero. The family of the author of Un little more reveals to Excelsior that they have their sights set on 2019, when it will be 100 years since his birth and 50 since his death, and he hopes that his hometown is called San Juan Cacahuatepec de Álvaro Carrillo and record companies are interested in increasing their presence in the market, since, currently, only the album Álvaro Carrillo sings to Álvaro Carrillo and other editions circulates. If we pay attention to the philosophy of the waltz, God never dies, by Macedonio Alcalá, the one who draws tears, the singer from the Costa Chica is still present among the legion of bohemians, because “everyone who dies begins to live an eternity”. Popular songs Adiós a Chapingo Amor mío (a su segunda hija) Arrullo (a su primera hija, fallecida) Barrio pobre Cacahuatepec Cada muchos años Cáncer Cancionero Como se lleva un lunar Como un lunar Condénala Criatura De qué sirvió quererte Diariamente Dos horas El andariego Eso Eso merece un trago Grito La amuzgueñita La hierbabuena Se te olvida La señal Luz de luna Mi duda Mujer oaxaqueña No te vayas no Orgullo Pinotepa Nacional Puedo fallar Sabor a mí Sabrá Dios Seguiré mi viaje Un minuto de amor Un poco más Un segundo después Ya no estás Ya vivimos Yo después
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 FRANÇAIS: Álvaro Carrillo, empreinte d'un vagabond Avec plus de 300 chansons interprétées par de grands artistes, l'héritage de l'auteur d'Oaxaca est toujours d'actualité Álvaro Carrillo a composé ses dernières chansons dans un coin de sa maison. Il allumait son magnétophone, secouait les cordes de sa guitare, fredonnait ses paroles et, petit à petit, les associait aux mélodies. C'est l'image que le chanteur Mario Carrillo se souvient de son célèbre père. Il avait toujours des histoires en tête et les notait sur la paume de sa main, à la fin de ses cahiers ou sur ces morceaux de papier qui ne manquent jamais. Sa principale muse était les femmes, l'artiste a raconté son histoire dans plus de 300 chansons. Luz de Luna est sorti d'une cellule de l'École nationale d'agriculture, où l'étudiant Álvaro Carrillo a été détenu pour avoir ignoré une demande du directeur. Assis, avec une profonde nostalgie, il a vu l'éclat de la Lune par la fenêtre et a immédiatement remarqué une fille qui l'avait captivé et qui, en raison de son arrestation, n'essaierait plus, pour cette raison, il n'a pas hésité à chuchoter à elle : tu ne reviens jamais, ma petite provinciale, dans ma cellule bien-aimée, qui est triste et froide, que ta mémoire au moins éclaire ma brume ». Dans ses aventures bohèmes, il est tombé amoureux d'une pute de la Maison des Bandits, ils ont vécu ensemble et ont eu un bébé, mais le destin lui a pris la vie car son père n'est pas arrivé à temps avec les médicaments qui le libéreraient d'une maladie. "Pardonnez-moi d'être en retard, je vous en prie", a-t-il dit avec la valse El Andariego, "pardonnez au promeneur que son cœur vous offre aujourd'hui. Connu pour des chansons telles que Sabor a mi, Se te Olga -qui était le premier thème musical d'une telenovela au Mexique-, Como se carry a mole, Sabrá Dios, Daily ou je continuerai mon voyage, il a également interprété des chiliens, des huapangos, sones et a fait ses différents rythmes du cône sud-américain. Il prévoyait de présenter une pièce symphonique intitulée Night in Paris. L'après-midi du 3 avril 1969, le garçon Mario Carrillo a vu son père mourir. Quelques heures auparavant, il l'avait accompagné - avec sa mère, Ana María Inchíritutegui, et son frère lvaro - à l'investiture de Caritino Maldonado comme gouverneur de Guerrero. De retour de Chilpancingo à Mexico, un camion de type guayín a percuté la voiture dans laquelle ils circulaient, une Ford Falcon rouge, au kilomètre 11 de l'autoroute Mexico-Cuernavaca. Lui et son frère, âgés respectivement de 5 et 7 ans, ont survécu. Près d'un demi-siècle après cet événement, Carrillo n'oublie pas comment son père lui a dit au revoir en balbutiant la vie, pour donner naissance à une légende. UN HUMBLE CHANSON Il est né le 2 décembre 1919 à San Juan Cacahuatepec, Oaxaca. À l'âge de huit ans, il a été laissé orphelin par sa mère et son père, alors la deuxième épouse de son père, Teodora Alarcón, a pris en charge son soutien. Dans les années 1930, il commence ses études à l'Institut agricole d'Amuzgos, mais un conflit agraire virulent l'amène à les poursuivre à l'école normale rurale d'Ayotzinapa, dans le Guerrero. Des décennies plus tard, au début de 1969, le guérillero Lucio Cabañas, également formé dans ce centre, a demandé au compositeur désormais renommé de se rendre dans sa cachette clandestine pour lui chanter. Son vœu fut exaucé, ils vécurent ensemble pendant une semaine et en souvenir le chef du Parti des Pauvres lui offrit un fusil et une machette avec son autographe. En 1940, il débute sa carrière d'agronome à l'École nationale d'agriculture (Université autonome de Chapingo), qui, malgré son régime militarisé, marque son essor créatif, lorsqu'émerge son premier sujet : Célia. Ses camarades de classe admiraient son dévouement à l'étude et son don musical. Pour cette raison, ils n'ont jamais hésité à lui demander un vers mélodique pour endormir la fille qui les empêchait de dormir. A Chapingo, il étudiait du lundi au vendredi et le week-end il devenait troubadour. Avec sa guitare sous le bras et pas d'argent dans ses poches, il a visité Mexico à la recherche d'une opportunité. Il fréquente les restaurants, les théâtres et les boîtes de nuit, comme El barco de plata et La Casa de la Bandida, dont la propriétaire, Graciela Olmos, le nourrit et le pousse à exploiter son talent. Déjà diplômé, il partageait ses journées entre son travail à la Commission du Maïs et sa marche de songbook. Une de ces nuits de fête, il a rencontré le chanteur Pepe Jara, connu sous le nom de Le troubadour solitaire, qui est finalement devenu le plus grand vulgarisateur de son travail et son interprète le plus notable, car, avec sa voix puissante, il a popularisé, entre autres, Le marcheur et Tu oublies.
Ils étaient complices de nombreuses femmes bohèmes. Ils devinrent amis et, plus tard, compères. Ils sont devenus un couple musical qui, selon la spécialiste Yolanda Moreno Rivas, "a contribué à une nouvelle conception du boléro". Pour The Lonely Troubadour, Carrillo était son « plus grand amour masculin » et dans une interview avec le magazine Proceso en 1997, il l'a qualifié de « romantique tendre, pleurant, impénitent », mais avec « un sacré génie pour être un homme noir de la côte (… ) Quand il chantait, il était l'homme le plus mignon que vous puissiez imaginer. C'était moche comme une gueule de bois sans argent, mais il fallait regarder à l'intérieur pour le comprendre, c'était beau ». Sa chanson Amor Mine a été sa carte d'embarquement vers le succès, car avec l'enregistrement du trio Los Duendes en 1956 et un an plus tard avec celui du chilien Lucho Gatica, des dizaines d'interprètes au Mexique et dans le monde ont inclus leurs boléros dans leur répertoire. A la fin des années 1950, époque marquée par la musique en trio, l'humble songbook se fait plus fréquemment entendre à la radio et à la télévision encore naissante. Il était de plus en plus évident de relier Olga Guillot, María Victoria, Linda Arce, Javier Solís, Pedro Vargas, Marco Antonio Muñiz, José José, Los Panchos, Los Tres Ases et Los Tres Reyes avec l'inspiration carillista. En 1960, sa musique avait déjà fait le tour du monde. En Amérique latine, Sabor a me était la chanson la plus populaire. Yoshiro Hiroshi l'a rendue célèbre au Japon. Frank Sinatra, Percy Faith et Carmen Cavallaro ont enregistré en anglais You forget sous le nom Yellow Days. Et au Mexique, le peuple, le citoyen ordinaire, a commencé à raconter les passages de sa vie avec les chansons de l'Oaxaca, jusqu'à ce que cela provoque leur immersion dans la culture populaire. PLUS DE MILLE ANS PASSERONT... L'artiste a procréé avec l'amour de sa vie, Ana María Inchíritutegui, quatre enfants : Ena Marisa, Gina, lvaro et Mario. C'est ce dernier qui fait penser à un "père nourricier", malgré son image d'"homme grand, rude et côtier". "Il ne nous a jamais éloignés de son côté, au contraire, il nous a assis sur ses genoux pour qu'on puisse le voir travailler, j'aimais beaucoup ce côté humain chez lui." Quand il était à Mexico, ajoute-t-il, "il nous a emmenés voir des matchs de baseball, parce qu'il était un fan des Diables et du cirque". Pour le boléro et chercheur Rodrigo de la Cadena, Carrillo restera « dans les mémoires pour la maîtrise de sa poétique et sa richesse mélodique ; Il n'était pas musicien d'académie, mais il avait la facilité de doter ses chansons d'un message très sensible ; Sa qualité humaine est remarquable, il était simple et humble, et ces qualités l'ont rendu encore plus grand ». « Je voudrais que le gouvernement d'Oaxaca crée un grand festival en son honneur, le revendique comme son fils préféré, dans lequel de nouveaux compositeurs qui suivent son style sont promus. Leur musique devrait continuer à être chantée par de nouveaux interprètes et qu'ils fassent même du reggaetone ou expérimentent d'autres genres pour la diffuser », explique la propriétaire de La Cueva del Bolero. La famille de l'auteur d'Un peu plus révèle à Excelsior qu'ils ont le cap sur 2019, alors que cela fera 100 ans depuis sa naissance et 50 ans depuis sa mort, et il espère que sa ville natale s'appellera San Juan Cacahuatepec de Álvaro Carrillo et que les maisons de disques sont intéressées à accroître leur présence sur le marché, car, actuellement, seul l'album Álvaro Carrillo chante pour Álvaro Carrillo et d'autres éditions circulent. Si l'on regarde la philosophie de la valse, Dieu ne meurt jamais, de Macedonio Alcalá, celui qui tire les larmes, le chanteur de la Costa Chica est toujours présent parmi la légion des bohèmes, car "toute personne qui meurt commence à vivre une éternité. " Chansons populaires Adiós a Chapingo Amor mío (a su segunda hija) Arrullo (a su primera hija, fallecida) Barrio pobre Cacahuatepec Cada muchos años Cáncer Cancionero Como se lleva un lunar Como un lunar Condénala Criatura De qué sirvió quererte Diariamente Dos horas El andariego Eso Eso merece un trago Grito La amuzgueñita La hierbabuena Se te olvida La señal Luz de luna Mi duda Mujer oaxaqueña No te vayas no Orgullo Pinotepa Nacional Puedo fallar Sabor a mí Sabrá Dios Seguiré mi viaje Un minuto de amor Un poco más Un segundo después Ya no estás Ya vivimos Yo después |
 ITALIANO:Álvaro Carrillo, impronta di un viandante Con più di 300 canzoni, eseguite da grandi artisti, l'eredità dell'autore di Oaxaca è ancora valida Álvaro Carrillo ha composto le sue ultime canzoni in un angolo della sua casa. Accendeva il suo registratore, scuoteva le corde della sua chitarra, canticchiava i suoi testi e, a poco a poco, li univa alle melodie. Questa è l'immagine che il cantante Mario Carrillo ricorda del suo famoso padre. Aveva sempre delle storie in mente e le scriveva sul palmo della mano, alla fine dei suoi quaderni o su quei pezzi di carta che non mancano mai. La sua musa principale erano le donne, l'artista ha raccontato la sua storia in più di 300 canzoni. Luz de Luna è emersa da una cella della Scuola Nazionale di Agraria, dove è stato detenuto lo studente Álvaro Carrillo per aver ignorato una richiesta del direttore. Seduto, con profonda nostalgia, vide il bagliore della Luna dalla finestra e notò subito una ragazza che lo aveva affascinato e che, a causa del suo arresto, non avrebbe più riprovato, per questo non esitò a sussurrare a lei: non torni mai, mia piccola provinciale, nella mia amata cella, che è triste e fredda, il tuo ricordo almeno illumini la mia nebbia”. Nelle sue avventure bohémien si innamorò di una puttana della Casa dei Banditi, vissero insieme e ebbero un bambino, ma il destino gli tolse la vita perché suo padre non arrivò in tempo con le medicine che lo avrebbero liberato da una malattia. "Perdonami per il ritardo, ti prego", ha detto con il valzer El Andariego, "perdona il viandante che il suo cuore ti offre oggi. Conosciuto per canzoni come Sabor a mi, Se te Olga -che è stato il primo tema musicale di una telenovela in Messico-, Como se carry a mole, Sabrá Dios, Daily o continuerò il mio viaggio, si è anche esibito in Chilean, huapangos, sones e fece i suoi diversi ritmi del cono sudamericano. Aveva in programma di presentare un pezzo sinfonico chiamato Night in Paris. Il pomeriggio del 3 aprile 1969, il ragazzo Mario Carrillo assistette alla morte del padre. Poche ore prima lo aveva accompagnato - insieme a sua madre, Ana María Inchíritutegui, e suo fratello Álvaro - all'inaugurazione di Caritino Maldonado come governatore di Guerrero. Al ritorno da Chilpancingo a Città del Messico, un camion tipo guayín si è schiantato contro l'auto su cui stavano viaggiando, una Ford Falcon rossa, al chilometro 11 dell'autostrada Messico-Cuernavaca. Lui e suo fratello, rispettivamente di 5 e 7 anni, sono sopravvissuti. Quasi mezzo secolo dopo quell'evento, Carrillo non dimentica come suo padre si congedò con balbettii di vita, per dar vita a una leggenda. UN UMILE CANZONIERE Era nato il 2 dicembre 1919 a San Juan Cacahuatepec, Oaxaca. All'età di otto anni, rimase orfano di madre e padre, così la seconda moglie di suo padre, Teodora Alarcón, prese il suo sostegno. Negli anni '30 iniziò i suoi studi presso l'Istituto Agrario di Amuzgos, tuttavia, un virulento conflitto agrario lo portò a continuarli nella scuola normale rurale di Ayotzinapa, a Guerrero. Decenni dopo, all'inizio del 1969, il guerrigliero Lucio Cabañas, anch'egli addestrato in quel centro, chiese all'ormai celebre compositore di frequentare il suo nascondiglio clandestino per cantare per lui. Il suo desiderio è stato esaudito, hanno vissuto insieme per una settimana e come ricordo il leader del Partito dei Poveri gli ha regalato un fucile e un machete con il suo autografo. Nel 1940 iniziò la sua carriera come agronomo presso la Scuola Nazionale di Agraria (Università Autonoma di Chapingo), che, nonostante il suo regime militarizzato, segnò il suo decollo creativo, quando emerse il suo primo argomento: Celia. I suoi compagni di classe ammiravano la sua dedizione allo studio e il suo dono musicale. Per questo non hanno mai esitato a chiederle un verso melodico per far addormentare la ragazza che li fermava. A Chapingo studia dal lunedì al venerdì e nel fine settimana diventa trovatore. Con la sua chitarra sotto il braccio e senza soldi in tasca, ha girato Città del Messico in cerca di un'opportunità. Frequentava ristoranti, teatri e locali notturni, come El barco de plata e La Casa de la Bandida, la cui proprietaria, Graciela Olmos, lo nutriva e lo esortava a sfruttare il suo talento. Già laureato, divideva le sue giornate tra il suo lavoro nella Corn Commission e la sua passeggiata come libro di canzoni. Una di quelle notti di festa incontrò il cantante Pepe Jara, noto come Il trovatore solitario, che alla fine divenne il più grande divulgatore della sua opera e il suo interprete più notevole, perché, con la sua voce potente, rese popolare, tra gli altri Il viandante e tu dimentichi.
Erano complici di molte donne bohémien. Divennero amici e, in seguito, compagni. Divennero una coppia musicale che, secondo la specialista Yolanda Moreno Rivas, "contribuì a una nuova concezione del bolero". Per The Lonely Troubadour, Carrillo era il suo "più grande amore maschile" e in un'intervista con la rivista Proceso nel 1997 lo definì "tenero, piangente, romantico impenitente", ma con "un genio infernale per essere un uomo costiero nero (... ) Quando cantava era l'uomo più carino che si possa immaginare. Era brutto come una sbornia senza soldi, ma bisognava guardarsi dentro per capirlo, era bellissimo”. La sua canzone Amor Mine fu la sua carta d'imbarco per il successo, perché con la registrazione del trio Los Duendes nel 1956 e un anno dopo con quella del cileno Lucho Gatica, decine di interpreti in Messico e nel mondo includevano i loro boleri nel loro repertorio. Alla fine degli anni Cinquanta, epoca scandita dalla musica del trio, l'umile canzoniere si ascoltava più frequentemente alla radio e alla nascente televisione. Era sempre più evidente collegare Olga Guillot, María Victoria, Linda Arce, Javier Solís, Pedro Vargas, Marco Antonio Muñiz, José José, Los Panchos, Los Tres Ases e Los Tres Reyes con l'ispirazione carillista. Nel 1960 la sua musica aveva già fatto il giro del mondo. In America Latina, Sabor a me era la canzone più popolare. Yoshiro Hiroshi l'ha resa famosa in Giappone. Frank Sinatra, Percy Faith e Carmen Cavallaro hanno registrato in inglese You forget sotto il nome di Yellow Days. E in Messico, la gente, il cittadino comune, ha cominciato a mettere in relazione i passaggi della propria vita con i canti dell'Oaxaca, fino a provocarne l'immersione nella cultura popolare. PASSERANNO PI DI MILLE ANNI... L'artista ha procreato con l'amore della sua vita, Ana María Inchíritutegui, quattro figli: Ena Marisa, Gina, Álvaro e Mario. È quest'ultimo che ricorda un "padre premuroso", nonostante la sua immagine di "uomo grande, rude e costiero". "Non ci ha mai tolto dalla sua parte, anzi, ci ha fatto sedere sulle sue ginocchia in modo che potessimo vederlo lavorare, mi piaceva molto quel lato umano di lui". Quando era a Città del Messico, aggiunge, "ci portava alle partite di baseball, perché era un fan dei Devils e del circo". Per il bolero e ricercatore Rodrigo de la Cadena, Carrillo sarà “ricordato per la padronanza della sua poetica e la sua ricchezza melodica; Non era un musicista dell'accademia, ma aveva la facilità di dotare le sue canzoni di un messaggio molto sensibile; La sua qualità umana è notevole, era semplice e umile, e quelle qualità lo hanno reso ancora più grande”. “Vorrei che il governo di Oaxaca creasse un grande festival in suo onore, lo rivendicasse come suo figlio prediletto, in cui si promuovessero nuovi compositori che seguono il suo stile. La loro musica dovrebbe continuare a essere cantata attraverso nuovi interpreti e che fanno persino reggaetone o sperimentano altri generi per diffonderla ", afferma il proprietario di La Cueva del Bolero. La famiglia dell'autore di Un little more rivela a Excelsior di avere gli occhi puntati sul 2019, quando saranno 100 anni dalla sua nascita e 50 dalla sua morte, e spera che la sua città natale si chiami San Juan Cacahuatepec de Álvaro Carrillo e che le case discografiche sono interessate ad aumentare la loro presenza nel mercato, dal momento che, attualmente, circola solo l'album lvaro Carrillo canta ad Álvaro Carrillo e altre edizioni. Se guardiamo alla filosofia del valzer, Dio non muore mai, di Macedonio Alcalá, colui che strappa le lacrime, il cantante della Costa Chica è ancora presente nella legione dei bohémien, perché "chiunque muore comincia a vivere un'eternità. " Canzoni popolari Adiós a Chapingo Amor mío (a su segunda hija) Arrullo (a su primera hija, fallecida) Barrio pobre Cacahuatepec Cada muchos años Cáncer Cancionero Como se lleva un lunar Como un lunar Condénala Criatura De qué sirvió quererte Diariamente Dos horas El andariego Eso Eso merece un trago Grito La amuzgueñita La hierbabuena Se te olvida La señal Luz de luna Mi duda Mujer oaxaqueña No te vayas no Orgullo Pinotepa Nacional Puedo fallar Sabor a mí Sabrá Dios Seguiré mi viaje Un minuto de amor Un poco más Un segundo después Ya no estás Ya vivimos Yo después |
 PORTUGUÊS: Álvaro Carrillo, pegada de um andarilho Com mais de 300 canções, executadas por grandes artistas, o legado do autor de Oaxaca ainda é válido. Álvaro Carrillo compôs suas últimas canções em um canto de sua casa. Ele ligava o gravador, balançava as cordas do violão, cantarolava suas letras e, aos poucos, juntava-as às melodias. Essa é a imagem que o cantor Mario Carrillo lembra de seu famoso pai. Sempre teve histórias na cabeça e as anotava na palma da mão, no final dos cadernos ou naqueles papéis que nunca faltam. Sua principal musa foram as mulheres, o artista narrou sua história em mais de 300 canções. Luz de Luna saiu de uma cela da Escola Nacional de Agricultura, onde o estudante Álvaro Carrillo foi detido por desconsiderar um pedido do diretor. Sentado, com uma nostalgia profunda, viu o brilho da Lua vindo da janela e imediatamente notou uma garota que o havia cativado e que, devido à sua prisão, não tentaria novamente, por esse motivo, ele não hesitou em sussurrar para ela: tu nunca mais voltes, minha pequena provinciana, à minha querida cela, que é triste e fria, que ao menos a tua memória ilumine a minha névoa ”. Nas suas aventuras boémias apaixonou-se por uma prostituta da Casa do Bandido, viveram juntos e tiveram um filho, mas o destino tirou-lhe a vida porque o pai não chegou a tempo com os medicamentos que o libertariam de uma doença. «Perdoe-me pelo atraso, peço-lhe», disse ele com a valsa El Andariego, «perdoe o caminhante que o seu coração lhe oferece hoje. Conhecido por canções como Sabor a mi, Se te Olga -que foi o primeiro tema musical de uma telenovela no México-, Como se carrega uma toupeira, Sabrá Dios, Daily ou I will continue my travel, ele também interpretou chilenos, huapangos, sones e fez seus diferentes ritmos do cone sul-americano. Ele planejava apresentar uma peça sinfônica chamada Night in Paris. Na tarde de 3 de abril de 1969, o menino Mario Carrillo viu seu pai morrer. Poucas horas antes, ele o havia acompanhado - junto com sua mãe, Ana María Inchíritutegui, e seu irmão Álvaro - à posse de Caritino Maldonado como governador de Guerrero. Ao retornar de Chilpancingo para a Cidade do México, um caminhão guayín colidiu com o carro em que viajavam, um Ford Falcon vermelho, no quilômetro 11 da rodovia México-Cuernavaca. Ele e seu irmão, de 5 e 7 anos, respectivamente, sobreviveram. Quase meio século depois desse acontecimento, Carrillo não esquece como seu pai se despediu com gagueira de vida, para dar origem a uma lenda. UM HUMILDE SONGBOOK Ele nasceu em 2 de dezembro de 1919 em San Juan Cacahuatepec, Oaxaca. Aos oito anos, ele ficou órfão de mãe e pai, então a segunda esposa de seu pai, Teodora Alarcón, assumiu seu sustento. Na década de 1930 iniciou os estudos no Instituto Agrário de Amuzgos, no entanto, um virulento conflito agrário levou-o a prossegui-los na escola normal rural de Ayotzinapa, em Guerrero. Décadas depois, no início de 1969, o guerrilheiro Lucio Cabañas, também treinado naquele centro, pediu ao agora renomado compositor que comparecesse a seu esconderijo clandestino para cantar para ele. Seu desejo foi realizado, eles viveram juntos por uma semana e como lembrança o líder do Partido dos Pobres deu a ele um rifle e um facão com seu autógrafo. Em 1940 iniciou sua carreira como engenheiro agrônomo na Escola Nacional de Agricultura (Universidade Autônoma de Chapingo), que, apesar do regime militarizado, marcou sua decolagem criativa, quando surgiu seu primeiro tema: Celia. Seus colegas admiraram sua dedicação ao estudo e seu dom musical. Por isso, nunca hesitaram em pedir-lhe uma estrofe melódica para fazer dormir a rapariga que os estava a impedir. Em Chapingo estudou de segunda a sexta-feira e no fim de semana tornou-se trovador. Com o violão debaixo do braço e sem dinheiro no bolso, ele percorreu a Cidade do México em busca de uma oportunidade. Frequentava restaurantes, teatros e boates, como El barco de plata e La Casa de la Bandida, cuja dona, Graciela Olmos, o alimentava e instava a explorar seu talento. Já formado, ele dividia seus dias entre seu trabalho na Corn Commission e sua caminhada como um cancioneiro. Numa dessas noites de festa conheceu o cantor Pepe Jara, conhecido como O trovador solitário, que no final se tornou o maior divulgador de sua obra e seu intérprete mais notável, pois, com sua voz potente, popularizou, entre outros, O caminhante e você esquecem.
Eles foram cúmplices de muitas mulheres boêmias. Tornaram-se amigos e, mais tarde, compadres. Formam-se um casal musical que, segundo a especialista Yolanda Moreno Rivas, "contribuiu para uma nova concepção do bolero". Para The Lonely Troubadour, Carrillo era seu “maior amor masculino” e em uma entrevista à revista Proceso em 1997 ele o chamou de “romântico carinhoso, choroso, impenitente”, mas com “um gênio danado por ser um homem negro da costa (... ) Quando ele estava cantando, ele era o homem mais fofo que você pode imaginar. Era feio como uma ressaca sem dinheiro, mas era preciso olhar para dentro para entender, era lindo ”. Sua canção Amor Mine foi seu cartão de embarque para o sucesso, pois com a gravação do trio Los Duendes em 1956 e um ano depois com a do chileno Lucho Gatica, dezenas de intérpretes no México e no mundo incluíram seus boleros em seu repertório. No final da década de 1950, época marcada pela música trio, o humilde cancioneiro era ouvido com mais frequência no rádio e na ainda nascente televisão. Era cada vez mais evidente relacionar Olga Guillot, María Victoria, Linda Arce, Javier Solís, Pedro Vargas, Marco Antonio Muñiz, José José, Los Panchos, Los Três Ases e Los Tres Reyes com a inspiração carillista. Em 1960, sua música já havia viajado pelo mundo. Na América Latina, Sabor a me foi a música mais popular. Yoshiro Hiroshi a tornou famosa no Japão. Frank Sinatra, Percy Faith e Carmen Cavallaro gravaram em inglês You esquece sob o nome de Yellow Days. E no México, o povo, o cidadão comum, começou a relacionar as passagens de sua vida com as canções do Oaxaca, até que isso ocasionou sua imersão na cultura popular. MAIS DE MIL ANOS PASSARÃO ... A artista procriou com o amor de sua vida, Ana María Inchíritutegui, quatro filhos: Ena Marisa, Gina, Álvaro e Mario. É este último que lembra um “pai carinhoso”, apesar da sua imagem de “homem grande, rude e litorâneo”. "Ele nunca nos tirou do lado dele, pelo contrário, ele nos sentou no colo para que pudéssemos vê-lo trabalhar, gostei muito desse lado humano nele." Quando estava na Cidade do México, acrescenta, "ele nos levava a jogos de beisebol, porque era fã dos Devils e do circo". Para o bolero e pesquisador Rodrigo de la Cadena, Carrillo será “lembrado pelo domínio de sua poética e sua riqueza melódica; Ele não era um músico da academia, mas tinha a facilidade de dotar suas canções de uma mensagem altamente sensível; A sua qualidade humana é notável, era simples e humilde, e essas qualidades o tornaram ainda maior ”. “Gostaria que o governo de Oaxaca criasse um grande festival em sua homenagem, para reclamá-lo como seu filho predileto, no qual fossem promovidos novos compositores que seguem seu estilo. A música deles deve continuar a ser cantada por novos intérpretes e que até façam reggaetones ou experimentem outros gêneros para divulgá-la ”, diz o dono da La Cueva del Bolero. A família do autor de Un pouco mais revela ao Excelsior que tem os olhos postos em 2019, quando farão 100 anos desde seu nascimento e 50 desde sua morte, e que espera que sua cidade natal se chame San Juan Cacahuatepec de Álvaro Carrillo e que as gravadoras estão interessadas em aumentar sua presença no mercado, já que, atualmente, apenas o álbum Álvaro Carrillo canta para Álvaro Carrillo e outras edições circulam. Se olharmos para a filosofia da valsa, Deus nunca morre, de Macedonio Alcalá, aquele que chora, o cantor da Costa Chica continua presente entre a legião de boêmios, porque “todo aquele que morre começa a viver uma eternidade. " Musicas populares Adiós a Chapingo Amor mío (a su segunda hija) Arrullo (a su primera hija, fallecida) Barrio pobre Cacahuatepec Cada muchos años Cáncer Cancionero Como se lleva un lunar Como un lunar Condénala Criatura De qué sirvió quererte Diariamente Dos horas El andariego Eso Eso merece un trago Grito La amuzgueñita La hierbabuena Se te olvida La señal Luz de luna Mi duda Mujer oaxaqueña No te vayas no Orgullo Pinotepa Nacional Puedo fallar Sabor a mí Sabrá Dios Seguiré mi viaje Un minuto de amor Un poco más Un segundo después Ya no estás Ya vivimos Yo después |
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