Título: México, un festival y un trío de serenata: el fugas encuentro entre Luis Miguel y Estefanía de Mónaco
Autor: Ana Arjona
Fuente: revista Vanity Fair
Lugar y fecha: España, 6 agosto 2020
Link: https://www.revistavanityfair.es/realeza/articulos/lo-que-sobre-el-romance-entre-estefania/46189
MÉXICO, UN FESTIVAL Y UN TRÍO DE SERENATA: EL FUGAZ ENCUENTRO ENTRE LUIS MIGUEL Y ESTEFANÍA DE MÓNACO
La etapa como cantante de la royal monegasca dio mucho que hablar, no sólo por su talento.
POR ANA ARJONA | 6 DE AGOSTO DE 2020 · 05:30
Cuando la firma de cosmética suiza La Prairie contó con Estefanía de Mónaco como imagen de su línea de belleza, la princesa rebelde ya armaba otros planes en su cabeza. Tras un tiempo dedicada al modelaje, decidió probar suerte en el mundo de la música. Su voz dulce y su fama de inconformista le ayudaron a poner a su disposición la atención de medio planeta. Como es evidente, ser la hija del príncipe Rainiero III y la actriz Grace Kelly también le dieron un empujón. Singles como Ouragan o Flash, producidos por ella misma, le consolidaron como una de las jóvenes promesas de la farándula musical europea de finales de los años 80.
La adolescente monegasca gustaba mucho. No sólo por su cándida sonrisa, heredada de su madre. También por su electrizante look y las pegadizas composiciones de su primer repertorio, Besoin (1986). Decidida a seguir su andadura por el mundo del espectáculo, la joven se marchó a Los Ángeles para grabar su segundo álbum. Stephanie fue el resultado de cinco años de duro trabajo.
La fulgurante gira de promoción que le organizó su discográfica incluía conciertos internacionales y actuaciones en programas de televisión, como el show de Oprah Winfrey. A pesar de la costosa campaña publicitaria, las críticas fueron negativas y las cifras de ventas fueron funestas. El rico vergel que la joven royal había construido con su nombre y talento, ahora parecía un desangelado erial con el que pocos querían entenderse.
En medio de este vendaval de malas vibraciones, Estefanía Grimaldi encontró un refugio en México. Poco antes de terminar su carrera musical con una colaboración anónima con el cantante Michael Jackson –fue la voz femenina que Naomi Campbell imitaba en playback en el videoclip de In the Closet– la princesa acudió al recién inaugurado Festival de Acapulco en 1991.
Creado por el productor y presentador mexicano Raúl Velasco, el evento reunía a los artistas más relevantes del panorama internacional en una semana dedicada a la canción. En su inauguración, además de la protagonista de esta historia, acudieron personalidades como Roxette, Locomia, Gloria Trevi, José Luis Perales, El Puma, Julio Iglesias y… Luis Miguel.
Cuando la joven princesa llegó a la ciudad, uno de los periodistas le preguntó: “¿Conoce usted a Luis Miguel?”. Ella le respondió rápidamente: “Non”. Según la periodista Martha Figueroa en su libro ‘Micky: Un tributo diferente”, cuando ‘El Sol’ se enteró de su respuesta, le mandó un trío a cantarle una serenata al hotel donde se hospedaba. En palabras de la testigo y autora, “Estefanía no le hizo mucho caso”. Pero Luis Miguel no cesó en su afán por hacerse notar.
Al día siguiente, se presenció en el camerino del director del festival y se ofreció como voluntario para entregarle la medalla de participación —un obsequio que el festival le otorgaba a todos los artistas. El director, lejos de conocer o entender nada de la situación o de la fórmula del cortejo, aceptó. El nacido en Puerto Rico, intentó saludar en persona a la princesa pero los guardias de seguridad no le dejaron pasar.
Lo ocurrido en el escenario, en el momento de la entrega de la medalla, se puede ver en el siguiente vídeo. Tras cantar su primera canción, Estefanía de Mónaco recibió la bienvenida en inglés de Luis Miguel. Con ella, cuatro besos, un fugaz I love you y la medalla. El cantante le preguntó a su compañera de profesión si era México lo que esperaba. Ella le respondió: “Esperaba que todo el mundo fuera cercano y amigable y es justo lo que he encontrado. Estoy muy feliz de estar aquí”. El público vitoreó sus palabras y comenzó a cantar la siguiente melodía.
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Dada la complicidad entre los artistas, los medios locales hablaron de un affaire entre ambos. También que una noche antes del festival, la mayoría de los participantes acudieron a una fiesta celebrada en Baby’O, una discoteca tipo Studio 54 a la mexicana.
El gerente del local relató a los medios que “una chica muy guapa pero con mala pinta llegó a la puerta”. “Se veía mal, como si hubiera estado tres días de fiesta: descalza, con los vaqueros rotos y estilo hippie”, explicó a los medios. El portero le dijo a la chica –que no era otra que Estefanía de Mónaco– que volviese cuando “se vistiera bien”. Al día siguiente, el cantante Luis Miguel llamó al dueño del Baby’O para reprocharle que no había dejado pasar a la princesa europea.
Con el tiempo se supo que, por aquel entonces, la monegasca mantenía una relación con el guardaespaldas Daniel Ducruet. Un año después tendría a su primer hijo, Louis. Aunque su carrera musical no duró mucho más, todo lo vivido durante aquella etapa pasó a la historia.
MEXICO, A FESTIVAL AND A SERENATA TRIO: THE FAKE MEETING BETWEEN LUIS MIGUEL AND ESTEFANÍA DE MÓNACO The stage as a singer of the Monegasque royal gave a lot to talk about, not only because of her talent. When the Swiss cosmetics firm La Prairie counted on Estefanía de Monaco as the image of its beauty line, the rebellious princess was already putting together other plans in her head. After a time dedicated to modeling, she decided to try her luck in the world of music. Her sweet voice and her nonconformity reputation helped her put the attention of half the planet at her disposal. Obviously, being the daughter of Prince Rainier III and actress Grace Kelly also gave her a boost. Singles like Ouragan or Flash, produced by herself, consolidated her as one of the young promises of European musical entertainment of the late 80s. The Monegasque teenager liked her very much. Not only because of her candid smile, inherited from her mother. Also for its electrifying look and the catchy compositions of her first repertoire, Besoin (1986). Determined to continue her journey through the entertainment world, the young woman left for Los Angeles to record her second album. Stephanie was the result of five years of hard work. The blazing promotional tour organized by her record company included international concerts and performances on television shows, such as the Oprah Winfrey Show. Despite the expensive advertising campaign, the reviews were negative and the sales figures were dire. The rich garden that the young royal had built with her name and talent, now seemed a soulless wasteland with which few wanted to understand. In the midst of this gale of bad vibes, Estefanía Grimaldi found a refuge in Mexico. Shortly before ending her musical career with an anonymous collaboration with singer Michael Jackson - it was the female voice that Naomi Campbell mimicked in the video clip for In the Closet - the princess attended the recently opened Acapulco Festival in 1991. Created by the Mexican producer and presenter Raúl Velasco, the event brought together the most relevant artists on the international scene in a week dedicated to the song. In its inauguration, in addition to the protagonist of this story, personalities such as Roxette, Locomia, Gloria Trevi, José Luis Perales, El Puma, Julio Iglesias and… Luis Miguel attended. When the young princess arrived in town, one of the journalists asked her: "Do you know Luis Miguel?" She responded quickly: "Non." According to journalist Martha Figueroa in her book "Micky: A Different Tribute", when "El Sol" found out about his response, he sent a trio to sing a serenade to the hotel where he was staying. In the words of the witness and author, "Estefanía did not pay much attention to him." But Luis Miguel did not cease in his eagerness to be noticed. The next day, he showed up in the festival director's dressing room and volunteered to present him with the participation medal — a gift the festival gave to all artists. The director, far from knowing or understanding anything about the situation or the courtship formula, accepted. The born in Puerto Rico, tried to greet the princess in person but the security guards did not let him pass. What happened on stage, at the time of the medal presentation, can be seen in the following video. After singing her first song, Estefanía de Mónaco received a welcome in English from Luis Miguel. With her, four kisses, a fleeting I love you and the medal. The singer asked her colleague if Mexico was what she expected. She replied, “I expected everyone to be close and friendly and that's just what I found. I am very happy to be here ”. The audience cheered her words and began to sing the following tune. Given the complicity between the artists, the local media spoke of an affair between the two. Also, one night before the festival, most of the participants went to a party held at Baby’O, a Studio 54-style Mexican nightclub. The manager of the store told the media that "a very pretty but bad looking girl came to the door." "She looked bad, as if she had been partying for three days: barefoot, with torn jeans and a hippie style," she explained to the media. The goalkeeper told the girl - who was none other than Estefanía de Monaco - to come back when she "dressed well". The next day, singer Luis Miguel called the owner of Baby’O to reproach him for not letting the European princess pass. Over time it became known that, at that time, the Monegasque maintained a relationship with the bodyguard Daniel Ducruet. A year later she would have her first child, Louis. Although her musical career did not last much longer, everything she experienced during that stage went down in history. |
MEXIQUE, UN FESTIVAL ET UN TRIO SERENATA: LA FAUX RENCONTRE ENTRE LUIS MIGUEL ET ESTEFANÍA DE MÓNACO La scène en tant que chanteuse du royal monégasque a beaucoup donné à parler, pas seulement à cause de son talent. Lorsque la firme de cosmétiques suisse La Prairie comptait sur Estefanía de Monaco comme image de sa ligne de beauté, la princesse rebelle préparait déjà d'autres projets dans sa tête. Après un temps consacré au mannequinat, elle décide de tenter sa chance dans le monde de la musique. Sa voix douce et sa réputation de non-conformité l'ont aidé à mettre l'attention de la moitié de la planète à sa disposition. De toute évidence, être la fille du prince Rainier III et de l'actrice Grace Kelly lui a également donné un coup de pouce. Des singles comme Ouragan ou Flash, produits par elle-même, l'ont consolidée comme l'une des jeunes promesses du divertissement musical européen de la fin des années 80. L'adolescente monégasque l'aimait beaucoup. Pas seulement à cause de son sourire candide, hérité de sa mère. Aussi pour son look électrisant et les compositions accrocheuses de son premier répertoire, Besoin (1986). Déterminée à poursuivre son voyage à travers le monde du divertissement, la jeune femme est partie à Los Angeles pour enregistrer son deuxième album. Stephanie est le résultat de cinq années de travail acharné. La tournée promotionnelle fulgurante organisée par sa maison de disques comprenait des concerts internationaux et des performances dans des émissions de télévision, telles que l'Oprah Winfrey Show. Malgré la campagne publicitaire coûteuse, les critiques étaient négatives et les chiffres de vente étaient désastreux. Le riche jardin que la jeune royale avait construit avec son nom et son talent, semblait maintenant un terrain vague sans âme que peu de gens voulaient comprendre. Au milieu de ce vent de mauvaises vibrations, Estefanía Grimaldi a trouvé refuge au Mexique. Peu de temps avant de terminer sa carrière musicale avec une collaboration anonyme avec le chanteur Michael Jackson - c'était la voix féminine que Naomi Campbell a imitée dans le clip vidéo de In the Closet - la princesse a assisté au festival Acapulco récemment ouvert en 1991. Créé par le producteur et présentateur mexicain Raúl Velasco, l'événement a réuni les artistes les plus pertinents de la scène internationale au cours d'une semaine consacrée à la chanson. Lors de son inauguration, outre le protagoniste de cette histoire, des personnalités telles que Roxette, Locomia, Gloria Trevi, José Luis Perales, El Puma, Julio Iglesias et… Luis Miguel étaient présents. Lorsque la jeune princesse est arrivée en ville, un des journalistes lui a demandé: "Connaissez-vous Luis Miguel?" Elle a répondu rapidement: «Non». Selon la journaliste Martha Figueroa dans son livre "Micky: A Different Tribute", lorsque "El Sol" a découvert sa réponse, il a envoyé un trio chanter une sérénade à l'hôtel où il séjournait. Selon le témoin et l'auteur, «Estefanía ne lui a pas prêté beaucoup d'attention». Mais Luis Miguel n'a pas cessé dans son empressement à se faire remarquer. Le lendemain, il s'est présenté dans la loge du directeur du festival et s'est porté volontaire pour lui remettre la médaille de participation - un cadeau que le festival a offert à tous les artistes. Le réalisateur, loin de savoir ou de comprendre quoi que ce soit sur la situation ou la formule de la cour, a accepté. Le né à Porto Rico, a essayé de saluer la princesse en personne mais les gardes de sécurité ne l'ont pas laissé passer. Ce qui s'est passé sur scène, au moment de la remise des médailles, peut être vu dans la vidéo suivante. Après avoir chanté sa première chanson, Estefanía de Mónaco a reçu un accueil en anglais de Luis Miguel. Avec elle, quatre baisers, un je t'aime éphémère et la médaille. Le chanteur a demandé à son collègue si le Mexique était ce à quoi il s'attendait. Elle a répondu: «Je m'attendais à ce que tout le monde soit proche et amical et c'est exactement ce que j'ai trouvé. Je suis très content d'être ici ". Le public a applaudi ses paroles et a commencé à chanter l'air suivant. Compte tenu de la complicité entre les artistes, les médias locaux ont évoqué une liaison entre les deux. De plus, une nuit avant le festival, la plupart des participants se sont rendus à une soirée organisée au Baby’O, une discothèque mexicaine de style Studio 54. Le gérant du magasin a déclaré aux médias qu '"une fille très jolie mais très mauvaise est venue à la porte". "Elle avait l'air mal, comme si elle faisait la fête depuis trois jours: pieds nus, avec un jean déchiré et un style hippie", a-t-elle expliqué aux médias. Le gardien a dit à la jeune fille - qui n'était autre qu'Estefanía de Monaco - de revenir quand elle "s'habillait bien". Le lendemain, le chanteur Luis Miguel a appelé le propriétaire de Baby’O pour lui reprocher de ne pas avoir laissé passer la princesse européenne. Au fil du temps, il est devenu connu qu'à cette époque, le Monégasque entretenait une relation avec le garde du corps Daniel Ducruet. Un an plus tard, elle aurait son premier enfant, Louis. Bien que sa carrière musicale n'ait pas duré plus longtemps, tout ce qu'il a vécu pendant cette étape est entré dans l'histoire. |
MESSICO, UN TRIO FESTIVAL E SERENATA: IL FALSO INCONTRO TRA LUIS MIGUEL ED ESTEFANÍA DE MÓNACO Il palcoscenico come cantante della regale monegasca ha dato molto di cui parlare, non solo per il suo talento. Quando l'azienda di cosmetici svizzera La Prairie contava su Estefanía de Monaco come immagine della sua linea di bellezza, la principessa ribelle stava già mettendo insieme altri piani nella sua testa. Dopo un periodo dedicato alla modellazione, ha deciso di tentare la fortuna nel mondo della musica. La sua voce dolce e la sua reputazione di anticonformismo lo hanno aiutato a mettere a sua disposizione l'attenzione di mezzo pianeta. Ovviamente, essere la figlia del principe Ranieri III e dell'attrice Grace Kelly le ha anche dato una spinta. Singoli come Ouragan o Flash, prodotti da lei stessa, l'hanno consolidata come una delle giovani promesse dell'intrattenimento musicale europeo della fine degli anni '80. L'adolescente monegasco le piaceva molto. Non solo per il suo sorriso candido, ereditato da sua madre. Anche per il suo aspetto elettrizzante e le accattivanti composizioni del suo primo repertorio, Besoin (1986). Determinata a continuare il suo viaggio nel mondo dello spettacolo, la giovane donna è partita per Los Angeles per registrare il suo secondo album. Stephanie è il risultato di cinque anni di duro lavoro. Il fiammeggiante tour promozionale organizzato dalla sua casa discografica includeva concerti internazionali e spettacoli in programmi televisivi, come l'Oprah Winfrey Show. Nonostante la costosa campagna pubblicitaria, le recensioni sono state negative e le cifre di vendita sono state disastrose. Il ricco giardino che la giovane reale aveva costruito con il suo nome e il suo talento, ora sembrava un deserto senz'anima con cui pochi volevano capire. In mezzo a questa tempesta di vibrazioni negative, Estefanía Grimaldi ha trovato rifugio in Messico. Poco prima di concludere la sua carriera musicale con una collaborazione anonima con il cantante Michael Jackson - era la voce femminile che Naomi Campbell ha imitato nel videoclip di In the Closet - la principessa ha partecipato all'Acapulco Festival nel 1991, di recente apertura. Creato dal produttore e presentatore messicano Raúl Velasco, l'evento ha riunito gli artisti più rilevanti della scena internazionale in una settimana dedicata alla canzone. Alla sua inaugurazione, oltre al protagonista di questa storia, hanno partecipato personalità come Roxette, Locomia, Gloria Trevi, José Luis Perales, El Puma, Julio Iglesias e… Luis Miguel. Quando la giovane principessa arrivò in città, uno dei giornalisti le chiese: "Conosci Luis Miguel?" Lei ha risposto rapidamente: "No". Secondo la giornalista Martha Figueroa nel suo libro "Micky: A Different Tribute", quando "El Sol" ha scoperto la sua risposta, ha mandato un trio a cantare una serenata all'albergo dove alloggiava. Nelle parole del testimone e autore, "Estefanía non gli ha prestato molta attenzione". Ma Luis Miguel non ha cessato di essere notato. Il giorno successivo, si è presentato nel camerino del direttore del festival e si è offerto volontario per consegnargli la medaglia di partecipazione, un regalo che il festival ha fatto a tutti gli artisti. Il regista, lungi dal sapere o capire qualcosa sulla situazione o sulla formula del corteggiamento, ha accettato. Il nato a Porto Rico, ha cercato di salutare di persona la principessa ma le guardie di sicurezza non lo hanno lasciato passare. Quello che è successo sul palco, al momento della presentazione della medaglia, si può vedere nel seguente video. Dopo aver cantato la sua prima canzone, Estefanía de Mónaco ha ricevuto il benvenuto in inglese da Luis Miguel. Con lei, quattro baci, un fugace ti amo e la medaglia. Il cantante ha chiesto al suo collega se il Messico fosse quello che si aspettava. Lei ha risposto: “Mi aspettavo che tutti fossero vicini e amichevoli ed è proprio quello che ho trovato. Sono molto felice di essere qui ”. Il pubblico ha applaudito le sue parole e ha iniziato a cantare la melodia seguente. Vista la complicità tra gli artisti, i media locali hanno parlato di una relazione tra i due. Inoltre, una sera prima del festival, la maggior parte dei partecipanti è andata a una festa tenutasi al Baby’O, una discoteca messicana in stile Studio 54. Il direttore del negozio ha detto ai media che "una ragazza molto carina ma dall'aspetto brutto è venuta alla porta". "Aveva un brutto aspetto, come se stesse festeggiando da tre giorni: a piedi nudi, con i jeans strappati e uno stile hippie", ha spiegato ai media. Il portiere ha detto alla ragazza - che altro non era che Estefanía de Monaco - di tornare quando "vestita bene". Il giorno successivo, il cantante Luis Miguel ha chiamato il proprietario di Baby’O per rimproverarlo di non aver lasciato passare la principessa europea. Nel tempo si è saputo che, a quel tempo, il monegasco manteneva un rapporto con la guardia del corpo Daniel Ducruet. Un anno dopo avrebbe avuto il suo primo figlio, Louis. Sebbene la sua carriera musicale non sia durata molto più a lungo, tutto ciò che ha vissuto in quella fase è passato alla storia. |
MÉXICO, FESTIVAL E SERENATA TRIO: O FALSO ENCONTRO ENTRE LUIS MIGUEL E ESTEFANÍA DE MÓNACO O palco como cantora da realeza monegasca deu muito que falar, não só pelo seu talento. Quando a cosmética suíça La Prairie contava com a Estefanía de Monaco como imagem de sua linha de beleza, a princesa rebelde já montava outros planos em sua cabeça. Depois de um tempo dedicado à modelagem, ela decidiu tentar a sorte no mundo da música. Sua voz doce e sua reputação de inconformista o ajudaram a colocar a atenção de metade do planeta à sua disposição. Obviamente, ser filha do Príncipe Rainier III e da atriz Grace Kelly também a impulsionou. Singles como Ouragan ou Flash, produzidos por ela própria, consolidaram-se como uma das jovens promessas do entretenimento musical europeu do final dos anos 80. O adolescente monegasco gostava muito dela. Não só pelo sorriso franco, herdado da mãe. Também por seu visual eletrizante e as composições cativantes de seu primeiro repertório, Besoin (1986). Determinada a continuar sua jornada pelo mundo do entretenimento, a jovem partiu para Los Angeles para gravar seu segundo álbum. Stephanie foi o resultado de cinco anos de muito trabalho. A grande turnê promocional organizada por sua gravadora incluiu concertos internacionais e apresentações em programas de televisão, como o Oprah Winfrey Show. Apesar da cara campanha publicitária, as críticas foram negativas e os números de vendas foram terríveis. O rico jardim que a jovem real havia construído com seu nome e talento agora parecia um deserto sem alma que poucos queriam entender. Em meio a esse vendaval de más vibrações, Estefanía Grimaldi encontrou um refúgio no México. Pouco antes de encerrar sua carreira musical com uma colaboração anônima com o cantor Michael Jackson - foi a voz feminina que Naomi Campbell imitou no videoclipe de In the Closet - a princesa compareceu ao recém-inaugurado Festival de Acapulco em 1991. Idealizado pelo produtor e apresentador mexicano Raúl Velasco, o evento reuniu os mais relevantes artistas do cenário internacional em uma semana dedicada à música. Na sua inauguração, além do protagonista desta história, estiveram presentes personalidades como Roxette, Locomia, Gloria Trevi, José Luis Perales, El Puma, Julio Iglesias e… Luis Miguel. Quando a jovem princesa chegou à cidade, um dos jornalistas perguntou-lhe: "Conhece Luís Miguel?" Ela respondeu rapidamente: "Não". Segundo a jornalista Martha Figueroa em seu livro "Micky: A Different Tribute", quando "El Sol" soube de sua resposta, enviou um trio para cantar uma serenata ao hotel onde estava hospedado. Nas palavras da testemunha e da autora, “Estefanía não lhe deu muita atenção”. Mas Luís Miguel não parava na ânsia de ser notado. No dia seguinte, ele apareceu no camarim do diretor do festival e se ofereceu para entregá-lo com a medalha de participação - um presente que o festival deu a todos os artistas. O diretor, longe de saber ou entender nada sobre a situação ou a fórmula do namoro, aceitou. O nascido em Porto Rico tentou cumprimentar pessoalmente a princesa mas os seguranças não o deixaram passar. O que aconteceu no palco, no momento da entrega da medalha, pode ser conferido no vídeo a seguir. Depois de cantar sua primeira canção, Estefanía de Mónaco recebeu as boas-vindas em inglês de Luis Miguel. Com ela, quatro beijos, um fugaz te amo e a medalha. O cantor perguntou ao colega se o México era o que ele esperava. Ela respondeu: “Eu esperava que todos fossem próximos e amigáveis e foi isso que descobri. Estou muito feliz por estar aqui ”. O público aplaudiu suas palavras e começou a cantar a seguinte melodia. Dada a cumplicidade entre os artistas, a mídia local falava de um caso entre os dois. Além disso, uma noite antes do festival, a maioria dos participantes foi a uma festa realizada no Baby'O, uma casa noturna mexicana no estilo Studio 54. O gerente da loja disse à mídia que "uma garota muito bonita, mas feia, apareceu na porta". “Ela parecia mal, como se já estivesse em festa há três dias: descalça, com jeans rasgados e estilo hippie”, explicou à mídia. O guarda-redes disse à rapariga - que era ninguém menos que Estefanía de Monaco - para voltar quando se "vestisse bem". No dia seguinte, o cantor Luis Miguel ligou para o dono da Baby'O para repreendê-lo por não ter deixado a princesa europeia passar. Com o tempo, soube-se que, naquela época, o Monegasco mantinha uma relação com o guarda-costas Daniel Ducruet. Um ano depois, ela teria seu primeiro filho, Louis. Embora sua carreira musical não tenha durado muito mais, tudo o que ele viveu nessa fase ficou para a história. |
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