MEDIOS | Archivo de noticias
Título: Javier Abreu terminó enamorado de la ópera
Autor: Rosalina Marrero Rodríguez
Fuente: El nuevo día
Lugar y fecha: Puerto Rico, 1 mayo 2018
Link: https://www.elnuevodia.com/entretenimiento/cultura/nota/javierabreuterminoenamoradodelaopera-2419068/
Javier Abreu terminó enamorado de la ópera
Su norte cambió al entrar a la Universidad de Miami, donde ingresó a un programa de prelegal, pero las clases de canto no faltaron en el currículo
martes, 1 de mayo de 2018 - 12:00 AM - Por Rosalina Marrero Rodríguez
Él quería pop, pero su espacio estaba en lo clásico. Lo descubrió tiempo después de calentar su voz en coros de iglesias y competencias estudiantiles. Ganó, incluso, el festival de talento “Juventud Vibra”, en el 1994, en la categoría pop con el tema “Hasta que me olvide”, del cantante mexicano Luis Miguel.
Toda esa fascinación por la música popular iba paralela a sus estudios y al deseo de sus padres de que se convirtiera en abogado o en contable para que llevara las riendas de un negocio familiar.
El norte de Javier Abreu cambió al entrar a la Universidad de Miami. Ingresó a un programa de prelegal, pero las clases de canto no faltaron en el currículo.
“Cuando en la Universidad de Miami tomé clases de canto, un profesor me entusiasmó a que fuera algo más clásico, y empecé a ganar competencias, y eso de cantar y actuar me encantaba”, compartió el tenor en entrevista telefónica desde Texas, donde ensayaba (‘The Celebrant’, ‘Ricky’ y ‘The Waiter’) para la pieza “Brief Encounters” junto a la Forth Worth Opera, que se presenta hasta hoy en el Forth Worth Botanic Garden.
Adentrarse en esa nueva disciplina musical fue como despertar a un juego “y de momento todo se vuelve una realidad un poco extraña, como si estuvieras en un mundo totalmente alterno”, pero a la vez, emocionante, divertido. “Era como estar en las películas que veías de chiquito, que la gente iba caminando por la calle y empezaba a bailar y a cantar”.
Abreu terminó el bachillerato en la Universidad de Miami, se trasladó a la Universidad de Houston, en Texas, y luego ingresó a la Julliard School en Nueva York, ciudad donde su carrera despuntó.
Descrito por el Opera News como un “cantante rossiniano natural”, el sanjuanero se ha destacado en el repertorio de bel canto interpretando el “Ramiro” de “La Cerenentola” para Nashville Opera; “Lindoro” de “L’italiana in Algeri” para Theater Basel, Ópera de Oviedo, el Teatro Municipal de Chile, Opera Santa Barbara y Austin Lyric Opera; el “conde Libenskof” de “Il viaggio a Reims” para New York City Opera y New Israeli Opera; el papel titular de “Le comte Ory” para Wolf Trap Opera y Tacoma Opera, y el “conde Almaviva” de “Il barbiere di Siviglia” para Atlanta Opera, Florida Grand Opera, New Israeli Opera, Central City Opera, Lismore Music Festival, Knoxville Opera, Syracuse Opera, Opera on the James y Stuttgart Stattstoper.
Sus más recientes trabajos fueron el “Pigmalión”, en la obra del mismo nombre, y “Beppe” en Rita, ambos para la Ópera de Chicago.
Por estas actuaciones, el Chicago Tribune lo describió como un gran descubrimiento, no solo por su interpretación magistral en un solo de 30 minutos, sino por su gracia y carisma escénica.
“El papel era de este artista totalmente obsesionado con crear la mujer ideal, y la crea de piedra y le pide a los dioses que le de vida, y finalmente la diosa Venus, le concede el deseo, y en todo eso estoy como un loco cantando 35 minutos solo”, detalló.
Abreu es consciente de que, por talentoso que sea, cada año son cientos los cantantes líricos que compiten por un lugar en el escenario. Él, mientras, aprendió a jugar con eso.
“Siempre digo que esto es como un juego de sillas musicales; cuando está la música, le das la vuelta y la vuelta, y cuando termina, te tienes que sentar”.
Tan competida como solitaria y acelerada es su vida profesional. Los contratos son cortos, y para su fortuna, constantes, lo que lo obliga a moverse entre ciudades, estados y a veces, continentes.
Llegó a vivir en Suiza por seis meses, donde pudo haber tenido una carrera larga por la cantidad de compañías de producción, pero el vínculo familiar lo llevó de nuevo a Miami, donde básicamente reside su familia, y su equipaje.
“Es una vida muy nómada, y uno hace amistades en la carretera. Mi película no es largometraje, no tiene una historia continua, son escenas cortas”, dijo sin lamentos.
Abreu, quien tiene un hermano gemelo, reconoció que ser hispano sigue siendo un reto en el territorio norteamericano, y más dentro del mundo artístico en el que se mueve.
Su experiencia, sin embargo, ha sido positiva.
“El ser hispano también te hace ver como una persona más especial, no eres la persona común, no eres John Smith”.
Abreu continúa viendo su burbujeante carrera como un juego, del que es importante seguir teniendo experiencias placenteras sin perder de perspectiva la emoción que lo ha guiado en su trayectoria.
“Hay mucha gente que quiere estrellato, y sí, uno quiere tener éxito, y seguir trabajando, pero no perder de vista la razón por la cual canto”, compartió.
“Cuando escojo un contrato, siempre veo si he hecho el show, si me atrae, si el personaje es algo que puedo interpretar bien, porque a veces pienso que los personajes son una extensión de tu personalidad”.
Lo que sigue en su agenda artística es muy cambiante, pero hay algo que sigue latente en su mente: interpretar música clásica en algún escenario de Puerto Rico.
Javier Abreu ended up in love with the opera
His north changed when he entered the University of Miami, where he entered a pre-legal program, but the singing classes were not lacking in the curriculum.
He wanted pop, but his space was classic. He discovered it after he warmed up his voice in church choirs and student competitions. He even won the talent festival "Juventud Vibra", in 1994, in the pop category with the song "Hasta que me olvide", by the Mexican singer Luis Miguel.
All this fascination with popular music went hand in hand with his studies and his parents' desire to become a lawyer or an accountant to take charge of a family business.
The north of Javier Abreu changed upon entering the University of Miami. He entered a pre-legal program, but the singing classes were not lacking in the curriculum.
"When I took singing lessons at the University of Miami, a professor encouraged me to be more classical, and I started to win competitions, and that I loved singing and acting," the tenor shared in a telephone interview from Texas, where he rehearsed ('The Celebrant', 'Ricky' and 'The Waiter') for the piece "Brief Encounters" next to the Forth Worth Opera, which is presented until today at the Forth Worth Botanic Garden.
Going into this new musical discipline was like waking up to a game "and for the moment everything becomes a strange reality, as if you were in a totally alternate world", but at the same time, exciting, fun. "It was like being in the movies you saw as a kid, that people were walking down the street and started to dance and sing."
Abreu finished the baccalaureate at the University of Miami, moved to the University of Houston, Texas, and then entered the Julliard School in New York, city where his career rose.
Described by Opera News as a "natural rossinian singer", the sanjuanero has excelled in the bel canto repertoire performing the "Ramiro" of "La Cerenentola" for Nashville Opera; "Lindoro" from "L'italiana in Algeri" for Theater Basel, Opera de Oviedo, Municipal Theater of Chile, Opera Santa Barbara and Austin Lyric Opera; "Count Libenskof" from "Il viaggio a Reims" for New York City Opera and New Israeli Opera; the title role of "Le comte Ory" for Wolf Trap Opera and Tacoma Opera, and "Count Almaviva" for "Il barbiere di Siviglia" for Atlanta Opera, Florida Grand Opera, New Israeli Opera, Central City Opera, Lismore Music Festival, Knoxville Opera, Syracuse Opera, Opera on the James and Stuttgart Stattstoper.
His most recent works were the "Pygmalion", in the work of the same name, and "Beppe" in Rita, both for the Chicago Opera.
For these performances, the Chicago Tribune described it as a great discovery, not only for its masterful performance in a single 30 minutes, but for its scenic grace and charisma.
"The role was of this artist totally obsessed with creating the ideal woman, and he creates it in stone and asks the gods to give him life, and finally the goddess Venus, grants him the wish, and in all that I'm like a madman singing 35 minutes alone, "he explained.
Abreu is aware that, however talented he may be, every year there are hundreds of lyrical singers who compete for a place on stage. He, meanwhile, learned to play with that.
"I always say that this is like a game of musical chairs; when the music is on, you turn it around and turn it around, and when it's over, you have to sit down. "
As competitive as lonely and accelerated is his professional life. The contracts are short, and for his fortune, constant, which forces him to move between cities, states and sometimes, continents.
He came to live in Switzerland for six months, where he could have had a long career for the amount of production companies, but the family link took him back to Miami, where his family basically lives, and his luggage.
"It's a very nomadic life, and you make friends on the road. My film is not a feature film, it does not have a continuous story, it's short scenes, "he said without regrets.
Abreu, who has a twin brother, recognized that being Hispanic continues to be a challenge in the North American territory, and more within the artistic world in which he moves.
His experience, however, has been positive.
"Being Hispanic also makes you look like a more special person, you're not the average person, you're not John Smith."
Abreu continues to see his bubbling career as a game, which is important to continue having pleasant experiences without losing perspective the emotion that has guided him in his career.
"There are many people who want stardom, and yes, you want to be successful, and keep working, but do not lose sight of the reason why I sing," he shared.
"When I choose a contract, I always see if I've done the show, if it attracts me, if the character is something I can interpret well, because sometimes I think the characters are an extension of your personality."
|
Javier Abreu a fini par aimer l'opéra
Son nord a changé quand il est entré à l'université de Miami, où il est entré dans un programme pré-légal, mais les classes de chant ne manquaient pas dans le programme.
Il voulait de la pop, mais son espace était classique. Il l'a découvert après avoir réchauffé sa voix dans les chorales d'église et les compétitions étudiantes. Il a même gagné le festival de talents "Juventud Vibra", en 1994, dans la catégorie pop avec la chanson "Hasta que me olvide", du chanteur mexicain Luis Miguel.
Toute cette fascination pour la musique populaire va de pair avec ses études et le désir de ses parents de devenir avocat ou comptable pour prendre en charge une entreprise familiale.
Le nord de Javier Abreu a changé en entrant dans l'université de Miami. Il est entré dans un programme pré-juridique, mais les cours de chant ne manquaient pas dans le programme.
« Quand à l'Université de Miami des cours de chant, un professeur m'a encouragé à être quelque chose de plus classique, et j'ai commencé à gagner des compétitions, et que le chant et d'agir m'a aimé, » elle a partagé la teneur dans un entretien téléphonique du Texas, où il a répété ( « célébrant », « Ricky » et « Waiter ») pour la partie « Brief Encounters » à côté du Forth Worth Opera, a présenté aujourd'hui dans le Jardin botanique de Fort Worth.
Fouiller dans cette nouvelle discipline musicale était comme se réveiller à un jeu « et soudain, tout devient une réalité un peu étrange, comme vous êtes dans un monde tout à fait autre », mais en même temps, excitant, amusant. "C'était comme être dans les films que vous avez vus quand j'étais gamin, que les gens marchaient dans la rue et commençaient à danser et à chanter."
Abreu a terminé le baccalauréat à l'Université de Miami, a déménagé à l'Université de Houston, au Texas, et est ensuite entré à l'école Julliard à New York, ville où sa carrière a augmenté.
Décrit par Opera Nouvelles comme un « chanteur rossiniano naturel, » l'sanjuanero a excellé dans le répertoire du bel canto jouant le « Ramiro » « La Cerenentola » pour Nashville Opera; "Lindoro" de "L'italiana in Algeri" pour le théâtre de Bâle, l'opéra d'Oviedo, le théâtre municipal du Chili, l'opéra Santa Barbara et l'opéra lyrique d'Austin; "Count Libenskof" de "Il viaggio a Reims" pour le New York City Opera et le New Israeli Opera; le support de papier "Le Comte Ory" pour Wolf Trap Opera et Tacoma Opera, et le "comte Almaviva" de "Il Barbiere di Siviglia" pour Atlanta Opera, Florida Grand Opera, New Israeli Opera, Central City Opera, Festival de musique Lismore, Opéra de Knoxville, Opéra de Syracuse, Opéra sur le Stattstoper de James et de Stuttgart.
Ses œuvres les plus récentes ont été le "Pygmalion", dans l'œuvre du même nom, et "Beppe" dans Rita, tous deux pour l'Opéra de Chicago.
Pour ces performances, le Chicago Tribune l'a décrit comme une grande découverte, non seulement pour sa performance magistrale en 30 minutes, mais aussi pour sa grâce scénique et son charisme.
« Le rôle était totalement obsédé par cette création de l'artiste femme idéale, et crée la pierre et demande aux dieux à la vie, et enfin la déesse Vénus, donne le désir, et tout ce que je suis comme un fou chantant 35 minutes seul ", a-t-il expliqué.
Abreu est conscient que, aussi doué soit-il, chaque année, des centaines de chanteurs lyriques se disputent une place sur scène. Pendant ce temps, il a appris à jouer avec ça.
"Je dis toujours que c'est comme un jeu de chaises musicales; quand la musique est allumée, vous la tournez et la tournez, et quand c'est fini, vous devez vous asseoir. "
Aussi compétitif que solitaire et accéléré est sa vie professionnelle. Les contrats sont courts, et pour sa fortune, constante, ce qui l'oblige à se déplacer entre les villes, les États et parfois, les continents.
Il est venu vivre en Suisse pendant six mois, où il aurait pu faire une longue carrière pour le nombre de sociétés de production, mais le lien familial l'a ramené à Miami, où vit essentiellement sa famille, et à ses bagages.
"C'est une vie très nomade, et vous vous faites des amis sur la route. Mon film n'est pas un long-métrage, il n'a pas une histoire continue, c'est de courtes scènes », a-t-il dit sans regrets.
Abreu, qui a un frère jumeau, a reconnu qu'être hispanique continue d'être un défi sur le territoire nord-américain, et plus dans le monde artistique dans lequel il évolue.
Son expérience, cependant, a été positive.
"Etre hispanique fait aussi que tu ressembles à une personne plus spéciale, tu n'es pas la personne moyenne, tu n'es pas John Smith."
Abreu continue à voir sa carrière bouillonnante comme un jeu, ce qui est important pour continuer à avoir des expériences agréables sans perdre de vue l'émotion qui l'a guidé dans sa carrière.
"Il y a beaucoup de gens qui veulent la célébrité, et oui, vous voulez réussir, et continuer à travailler, mais ne perdez pas de vue la raison pour laquelle je chante", a-t-il partagé.
"Quand je choisis un contrat, je vois toujours si j'ai fait le spectacle, s'il m'attire, si le personnage est quelque chose que je peux bien interpréter, parce que parfois je pense que les personnages sont une extension de votre personnalité."
|
Javier Abreu finì per innamorarsi dell'opera
Il suo nord è cambiato quando è entrato all'università di Miami, dove è entrato in un programma pre-legale, ma le lezioni di canto non mancavano nel curriculum.
Voleva il pop, ma il suo spazio era classico. Lo scoprì dopo aver riscaldato la sua voce nei cori delle chiese e nelle competizioni studentesche. Ha anche vinto il talent festival "Juventud Vibra", nel 1994, nella categoria pop con la canzone "Hasta que me olvide", del cantante messicano Luis Miguel.
Tutto questo fascino per la musica popolare andava di pari passo con i suoi studi e il desiderio dei suoi genitori di diventare avvocato o contabile per occuparsi di un'azienda di famiglia.
Il nord di Javier Abreu è cambiato entrando nell'università di Miami. Entrò in un programma pre-legale, ma le lezioni di canto non mancavano nel curriculum.
"Quando presso l'Università di Miami ha preso lezioni di canto, un insegnante mi ha incoraggiato a essere qualcosa di più classico, e ho iniziato a vincere le competizioni, e che il canto e la recitazione mi ha amato," ha condiviso il tenore in un'intervista telefonica dal Texas, dove ha provato ( 'il Celebrante', 'Ricky' e 'il cameriere') per la parte "Incontri brevi" accanto al Forth Worth Opera, presentato oggi nel Giardino Botanico di Fort Worth.
Entrare in questa nuova disciplina musicale è stato come svegliarsi in un gioco "e per il momento tutto diventa una realtà strana, come se fossi in un mondo totalmente alternativo", ma allo stesso tempo eccitante, divertente. "Era come essere nei film che hai visto da bambino, che la gente camminava per strada e ha iniziato a ballare e cantare".
Abreu ha conseguito il diploma di maturità presso l'Università di Miami, si è trasferito all'Università di Houston, in Texas, e poi è entrato alla Julliard School di New York, città in cui è cresciuta la sua carriera.
Descritto da Opera News come un "cantante rossiniano naturale", il sanjuanero ha eccelso nel repertorio belcantistico suonare il "Ramiro" "La Cerenentola" per Nashville Opera; "Lindoro" di "L'italiana in Algeri" per il Teatro di Basilea, l'Opera di Oviedo, il Teatro Municipale del Cile, l'Opera di Santa Barbara e l'Austin Lyric Opera; "Count Libenskof" da "Il viaggio a Reims" per New York City Opera e New Israeli Opera; il titolare di carta "Le Comte Ory" di Wolf Trap Opera e Tacoma Opera e il "Conte Almaviva" da "Il Barbiere di Siviglia" per Atlanta Opera, Florida Grand Opera, New Israeli Opera, Central City Opera, Lismore Music Festival, Knoxville Opera, Syracuse Opera, Opera su James e Stuttgart Stattstoper.
I suoi lavori più recenti sono il "Pigmalione", nell'opera omonima, e "Beppe" a Rita, entrambi per l'Opera di Chicago.
Per queste esibizioni, il Chicago Tribune l'ha descritta come una grande scoperta, non solo per le sue prestazioni magistrali in soli 30 minuti, ma per la sua grazia e carisma scenico.
"Il ruolo è stato questo totalmente ossessionato con la creazione l'artista ideale donna, e crea pietra e chiede gli dei per la vita, e, infine, la dea Venere, dà la voglia, e tutto ciò che io sono come un matto cantando 35 minuti da solo ", ha spiegato.
Abreu è consapevole che, per quanto talentuoso possa essere, ogni anno ci sono centinaia di cantanti lirici che competono per un posto sul palco. Nel frattempo, ha imparato a giocare con quello.
"Dico sempre che questo è come un gioco di sedie musicali; quando la musica è accesa, la giri e la rigirai, e quando è finita, devi sederti ".
Competitivo quanto solitario e accelerato è la sua vita professionale. I contratti sono brevi, e per sua fortuna, costante, che lo costringe a spostarsi tra città, stati e, a volte, continenti.
Venne a vivere in Svizzera per sei mesi, dove avrebbe potuto avere una lunga carriera per la quantità di compagnie di produzione, ma il legame familiare lo riportò a Miami, dove vive la sua famiglia e il suo bagaglio.
"È una vita molto nomade, e fai amicizia sulla strada. Il mio film non è un film, non ha una storia continua, sono scene brevi ", ha detto senza rimpianti.
Abreu, che ha un fratello gemello, ha riconosciuto che essere ispanici continua a essere una sfida nel territorio nordamericano, e più all'interno del mondo artistico in cui si muove.
La sua esperienza, tuttavia, è stata positiva.
"Essere ispanico ti fa sembrare una persona più speciale, non sei la persona media, non sei John Smith."
Abreu continua a vedere la sua spumeggiante carriera come un gioco, che è importante per continuare ad avere esperienze piacevoli senza perdere di vista l'emozione che lo ha guidato nella sua carriera.
"Ci sono molte persone che vogliono la celebrità, e sì, vuoi avere successo, e continuare a lavorare, ma non perdere di vista il motivo per cui canto", ha condiviso.
"Quando scelgo un contratto, vedo sempre se ho fatto lo spettacolo, se mi attrae, se il personaggio è qualcosa che riesco a interpretare bene, perché a volte penso che i personaggi siano un'estensione della tua personalità". (...)
|
Javier Abreu acabou apaixonado pela ópera
Seu norte mudou quando ele entrou na Universidade de Miami, onde ele entrou em um programa pré-legal, mas as aulas de canto não faltaram no currículo.
Ele queria pop, mas seu espaço era clássico. Ele descobriu isso depois que ele aqueceu sua voz em coros de igrejas e competições estudantis. Ele até ganhou o festival de talentos "Juventud Vibra", em 1994, na categoria pop com a música "Hasta que me olvide", do cantor mexicano Luis Miguel.
Toda essa fascinação pela música popular andava de mãos dadas com seus estudos e o desejo de seus pais de se tornarem advogados ou contadores para se encarregarem de uma empresa familiar.
O norte de Javier Abreu mudou ao entrar na Universidade de Miami. Ele entrou em um programa pré-legal, mas as aulas de canto não faltaram no currículo.
"Quando na Universidade de Miami tomou aulas de canto, um professor me incentivou a ser algo mais clássico, e eu comecei competições ganhar, e que cantar e atuar me amava", ela compartilhou o tenor em uma entrevista por telefone de Texas, onde ele ensaiou (a seguir 'Celebrante', 'Ricky' e 'Garçom') para a parte "Brief Encounters" ao lado do Forth Worth Opera, apresentado hoje no Fort Worth Botanic Garden.
Entrar nesta nova disciplina musical foi como acordar para um jogo "e no momento tudo se torna uma realidade estranha, como se você estivesse em um mundo totalmente alternativo", mas ao mesmo tempo, emocionante, divertido. "Era como estar nos filmes que você viu quando criança, que as pessoas estavam andando na rua e começaram a dançar e cantar".
Abreu concluiu o bacharelado na Universidade de Miami, mudou-se para a Universidade de Houston, Texas, e depois ingressou na Julliard School em Nova York, cidade onde sua carreira cresceu.
Descrito pela Opera News como um "cantor rossinano natural", o sanjuanero se destacou no repertório de bel canto interpretando o "Ramiro" de "La Cerenentola" para a Ópera de Nashville; "Lindoro" de "L'italiana in Algeri" para o Teatro de Basileia, Ópera de Oviedo, Teatro Municipal do Chile, Ópera Santa Bárbara e Austin Lyric Opera; "Conte Libenskof" de "Il viaggio a Reims" para New York City Opera e New Israeli Opera; o titular de papel "Le Comte Ory" para Wolf Trap Opera e Tacoma Opera, ea "Contagem Almaviva" de "Il Barbiere di Siviglia" para Atlanta Opera, Florida Grand Opera, New Israeli Opera, Central City Opera, Festival de Musica Lismore, Ópera de Knoxville, Ópera de Siracusa, Opera no James e Stuttgart Stattstoper.
Seus trabalhos mais recentes foram o "Pigmalião", na obra de mesmo nome, e "Beppe", em Rita, ambos para a Ópera de Chicago.
Para essas apresentações, o Chicago Tribune descreveu-o como uma grande descoberta, não apenas por sua atuação magistral em apenas 30 minutos, mas por sua graça e carisma.
"O papel era isso totalmente obcecado com a criação do artista mulher ideal, e cria pedra e pede aos deuses para a vida, e, finalmente, a deusa Vênus, dá o desejo, e tudo o que eu sou como um louco cantando 35 minutos sozinho ", explicou.
Abreu sabe que, por mais talentoso que seja, todos os anos há centenas de cantores líricos que competem por um lugar no palco. Ele, enquanto isso, aprendeu a brincar com isso.
"Eu sempre digo que isso é como um jogo de cadeiras musicais; quando a música está ligada, você a vira e gira, e quando acaba, você tem que se sentar. "
Tão competitivo quanto solitário e acelerado é sua vida profissional. Os contratos são curtos e, por sua fortuna, constantes, o que o obriga a deslocar-se entre cidades, estados e, às vezes, continentes.
Ele veio morar na Suíça por seis meses, onde poderia ter uma longa carreira na quantidade de empresas de produção, mas o elo familiar o levou de volta a Miami, onde sua família vive basicamente e sua bagagem.
"É uma vida muito nômade e você faz amigos na estrada. Meu filme não é um longa, não tem uma história contínua, são cenas curtas ", disse ele sem arrependimentos.
Abreu, que tem um irmão gêmeo, reconheceu que ser hispânico continua a ser um desafio no território norte-americano e mais no mundo artístico em que se movimenta.
Sua experiência, no entanto, foi positiva.
"Ser hispânico também faz você parecer uma pessoa mais especial, você não é a pessoa comum, você não é John Smith."
Abreu continua vendo sua carreira de borbulhar como um jogo, o que é importante para continuar tendo experiências agradáveis sem perder a perspectiva da emoção que o guiou em sua carreira.
"Há muitas pessoas que querem o estrelato, e sim, você quer ter sucesso e continuar trabalhando, mas não perca de vista a razão pela qual eu canto", ele compartilhou.
"Quando escolho um contrato, sempre vejo se já fiz o show, se me atrai, se o personagem é algo que eu interpreto bem, porque às vezes acho que os personagens são uma extensão da sua personalidade." (...)
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario