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TITULO: La moda más top, de la mano de Giordano
FUENTE: Diario La Nación
AUTOR: Evangelina Himitian
FECHA: Buenos Aires, 6 enero 2008
LINK: http://www.lanacion.com.ar/976720
La moda más top, de la mano de Giordano
Muchas estrellas en el desfile del estilista
PUNTA DEL ESTE.- El clima fue el gran aliado del desfile. Después de una semana de lluvias, el día estuvo impecable y nada podía ponerlo más feliz a Roberto Giordano, que ayer presentó su tradicional desfile en esta ciudad, del que participaron más de 100 modelos. Esta edición se realizó en el estacionamiento del hotel Conrad, después de cuatro veranos de que se realizara en la playa. Cecilia Bolocco, la ex mujer del ex presidente Carlos Menem, y la actriz Natalia Oreiro fueron las madrinas del desfile y se comprometieron a apadrinar a la escuela rural 30, del pueblo Edén, a 37 kilómetros de esta ciudad. Con su célebre "qué noche Punta del Este", Giordano abrió el show que duró más de una hora y media y convocó a más de 6000 personas. "Argentinos, abran los puentes", fue otra frase de Giordano. Rocío Guirao Díaz y Julieta Prandi fueron las responsables de la primera pasada, en las que Giordano arengó: "Moviendo las cabecitas". Después de la tercera ronda de modelos entró en escena Bolocco y arrancó tanto aplausos como silbidos entre el público. Giordano la convocó a la pasarela, la hizo desfilar y después se ubicó en la primera fila de asientos. Un detalle, la ex modelo chilena no quiso peinarse con el estilista. Cuando le preguntaron a qué hora quería el peinador, ella sólo envió a su guardaespaldas a pedir champú y unas ampollitas. "Ella misma se va a peinar", aclaró el hombre forzudo con acento centroamericano. Los diseños de Benito Fernández, Marcelo Senra y Di Doménico fueron de los más aplaudidos. Este año, el desfile tuvo entrada gratuita. Sólo había que retirarla anticipadamente, pero antes del mediodía se agotaron. Hacia el final, el desfile más esperado tuvo su sorpresa: apareció un joven morrudo, extratostado y de dientes radiantes. "¡Es Luis Miguel!", bramaban las chicas. "Luismi, te quiero". Pero no. Aunque era la viva imagen del cantante de los boleros, y hasta cantaba igualito, sólo era eso, una viva imagen, un imitador que le prestaba el cuerpo al ídolo y cantaba con su playback.
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