17ago2007 - Paloma Herrera: El timepo pasó volando | La nación (Argentina)

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TITULO: Paloma Herrera: El timepo pasó volando
FUENTE: Diario La nación
FECHA: Buenos Aires, 17 agos 2007
LINK: http://www.lanacion.com.ar/935785

Paloma Herrera
"El tiempo pasó volando"
La primera bailarina del American Ballet se presentará en Rosario, Córdoba y Mendoza, y luego disfrutará de una semana de vacaciones en el país

Hay un universo mágico donde habitan sílfides transparentes y seres maravillosos, un mundo de cuento de hadas que puede encantar a los de carne y hueso, hasta confundirlos. Mientras tiene las puntas puestas, Paloma Herrera pertenece a ese lugar de fantasía, de príncipes y hadas, guerreros y luchas justas del bien sobre el mal. No obstante, cuando baja del escenario y las cintas que ella misma cose en sus noches de desvelo le sueltan los tobillos, ella siente que es una bailarina apasionada, dedicada a la danza, pero con los pies en la tierra. Como ahora, que con un par de botas negras y el pelo suelto, se acomoda en el living de la casa de sus padres en Barrio Norte y con una facilidad de palabra que acompaña con emoción o risa explosiva habla de su pasión, del presente, de las mil y una veces que fue Kitri en Don Quijote , de lo que será después, de los fans, del detrás de escena y, también, de la importancia de no quedarse atrapada en una burbuja. "Porque un día va a explotar -asegura- y entonces, ¿qué va a pasar?" La primera bailarina del American Ballet cerró la puerta de su departamento frente al Lincoln Center de Nueva York hace apenas horas y se tomó uno de esos vuelos non-stop a los que recurre cada vez que su agenda le deja un par de días libres. La primera razón para estar de vuelta en Buenos Aires es que en una semana, finalmente, cumplirá con el deseo de llevar al interior del país un espectáculo "realmente bueno, como el que presentaría en cualquier otro escenario del mundo, con el bailarín David Hallberg, que hace un año es principal en el ABT, y el Ballet Estable del Teatro Colón". La segunda -y podrían enumerarse muchas más- es que después de las funciones en Rosario, Córdoba y Mendoza dispondrá de una semana de vacaciones para disfrutar de esta ciudad que siente suya, con su familia, sus amigos y su novio, Fernando, un abogado argentino que hasta hace un año y medio desconocía por completo y sin ponerse colorado quién era la famosa Paloma Herrera, y con quien desde entonces mantiene una relación que desafía a los husos horarios. "Tengo un pie acá y otro allá, no hay vuelta", reconocerá más tarde y, entregada a la charla dejará enfriar una taza de café con leche que le acercó Marisa (mucho más que su mamá). Paloma lleva tantos años vividos en su país como en los Estados Unidos, una cuenta de la que no toma conciencia. "Para mí sigo teniendo 15. Por eso puedo decir que hago todos los roles como la primera vez, por eso jamás me preocupa contar que tengo 31 años, porque el tiempo pasó volando, lleno de cosas, pero no me siento heavy. Todo parece que fue ayer." Por las provincias La que empieza hoy será una semana de ensayos en Hebraica (sede del Ballet en la última etapa del Master Plan), de pruebas de vestuario, de trabajo con la gente del Colón que, en definitiva, es su nido. "Con el coreógrafo o el director que sea, siempre tuve una excelente relación. Vengo con la mejor onda, quiero que el cuerpo de baile esté contento, y para mí es también un reencuentro con mucha gente de mi generación, con buenos amigos." El programa armado para esta gira por el interior que se extenderá hasta el 6 de septiembre es variado: comienza con el superclásico grand pas del tercer acto de Raymonda , para adentrarse en dos tangos de afinidad contemporánea, como son los pas de deux "La clavada" y "El internado", de la obra Aire de tango , de Ana María Stekelman, y "Verano porteño", una de las cuatro estaciones piazzollianas que Mauricio Wainrot reversionó especialmente para que Herrera interpretara con zapatillas de punta. De remate, eligieron Paquita , otra pieza clásica de estilo, también de Petipa.
-¿Cómo se mantiene la pasión, el entusiasmo por hacer los mismos roles, siempre?
-Es muy loco, pero es que adoro estar en el escenario, es pasión. Si ves las fotos de una función, hasta en los cuadros del saludo final se me nota en la cara. Sí, está bien. ¿Cuántas veces hice El lago de los cisnes ? Pero cada función es única, la disfruto al máximo, jamás se me ocurre pensar "otra vez este rol", más bien bajo del escenario y no veo la hora de volver a hacerlo.
-Y con los tangos, ¿cómo te llevás?
-Me encantan, la música en general me toca mucho, también cuando bailo. En mi MP3 ahora tengo de todo, de Shakira, Luis Miguel y Diego Torres a Maroon 5, Sting y Madonna; de tango a latinos y música clásica, aunque en general no es así, porque trato de salir de la burbuja completamente.
Otra vez fuera de la burbuja. La idea es recurrente. Olga Ferri, su querida maestra, decía, en cambio, que cuando uno sale del cuento de hadas es tan feo y frívolo lo que ve que sólo le dan ganas de volver al ballet. En esto, Paloma se permite diferir. "Vivís en un submundo que es sacrificado, rutinario, es difícil que otra persona pueda entender que es muy fuerte esa rutina, la conexión con el partenaire, con el coach, con un rol. Pero de repente uno baja del escenario y ya no puede ser ése el mundo, uno tiene que saber que hay otra vida, donde pasan otras cosas, con otra gente. Vengo de una familia con los pies en la tierra, para mí, mis padres son lo más", se emociona e insiste en la libertad y la contención que desde chica recibió de Marisa y Alberto Herrera. Lo que dice su currículum es cierto: podría confundir de piso a cualquiera que no tuviese un equilibrio tan en eje como el de esta bailarina: no le queda gran ballet del repertorio clásico por interpretar, ni escenario de primera línea al que subirse, dejó la estela de sus piruetas hasta en la Casa Blanca, cosechó innumerables distinciones y el ABT tiene en sus estudios de Broadway y la calle 19 una escultura de bronce a su imagen y semejanza. "Hubo gente talentosa que perdió carreras muy lindas por buscar el glamour, por perder el pie en lo que es importante." Sobre la mesa, además del café que se enfrió, varios libros de lomo grueso y revistas especializadas, hay unas cuantas fotos de la última temporada del ABT en el Metropolitan. Y en todo el living que da a la calle Billinghurst los portarretratos se multiplican con escenas familiares, de esas que sin grandes pretensiones artísticas atesoran buenos recuerdos. Así, entre un tendedero de imágenes congeladas, Paloma Herrera aparecía en una publicidad de vinos que buscaba develar el lado desconocido de grandes personalidades. "Siempre me cargan porque estoy con mi camarita de fotos para todos lados -se ríe-. Y la mía es la típica cámara no fancy, ésas de rollo, tosca, tipo ladrillo. Fui a Japón millones de veces y nunca me compré una moderna: a mí me gusta sacar fotos de todos los días, tenerlas en el álbum y verlas", cuenta esta joven que va a contramano de la tecnología, Internet y la era digital. -En ese sentido de atesorar un recuerdo, ¿cuál sería "la foto" de tu carrera? -Cada momento es "el momento". Cuando era joven y tenía energía, pero no experiencia; cuando llegué fascinada a Nueva York y no hablaba inglés ni conocía nada; cuando me dieron el contrato de ABT, cuando me pasaron a principal, cuando Hay que ver el álbum completo. Por ConstanzaBertolini De la Redacción de LA NACION Paloma, en primera persona Julio Bocca: "Cuando en diciembre haga su última función al aire libre en Buenos Aires, yo voy a estar bailando Cascanueces en Washington. De cualquier manera, Julio se viene retirando desde hace mucho tiempo -se ríe, fuerte-. Se despidió del ABT, todo el mundo le hizo la fiesta y luego siguió viéndolo bailar. De hecho, yo hice con él su último Don Quijote en Japón, hace dos años." Alessandra Ferri: "En junio último su despedida en el Metropolitan fue muy, muy fuerte. Toda mi vida, desde que soy chiquita, dije que era mi ídolo, así como Baryshnikov. Que ella se retirara me movilizó mucho. También compartí con ella las funciones últimas en Japón y me sentí muy orgullosa." Paloma Herrera: "Pienso en mi retiro, pero no le pongo fecha. Soy de disfrutar el momento. Por más que me dé la edad o el cuerpo, si no llegara a ser feliz no seguiría bailando. Por ahora, siempre hay un ballet, un coreógrafo, ser parte de la creación, siempre hay algo, que mantiene mi inspiración."